Los anticuerpos terapéuticos son la nueva generación de tratamiento para el asma crónica. Estas medicinas especializadas van dirigidas a un grupo en particular, el cual no controla la enfermedad luego de recibir los tratamientos convencionales.
Los anticuerpos terapéuticos son la nueva generación de tratamiento para el asma crónica. Estas medicinas especializadas van dirigidas a un grupo en particular, el cual no controla la enfermedad luego de recibir los tratamientos convencionales.
El Dr. Rafael Zaragoza, presidente de la Asociación Puertorriqueña de Médicos Alergistas, en entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) aseguró que para lograr un efecto es necesaria una población particular: asmáticos severos.
El doctor aseguró que los pacientes candidatos son los que tienen asma severa y no logran controlar la enfermedad -a pesar de sus inhaladores de mantenimiento y rescate- con función pulmonar baja y biomarcadores en particular como la inmunoglobulina E y los eosinofilos altos.
“Se define a través de estos biomarcadores y entonces, uno de ellos tiene recurrencia de utilizarlo cada dos semanas. Hay otros que empiezan cada dos semanas y después cambia a mensual. Tienen diferentes tipos de uso. Los pacientes hay que monitorearlos, hay que hacer una evaluación a los tres meses de empezar porque estos son medicamentos excesivamente costosos y hay que evaluar de manera objetiva que estén respondiendo”,
agregó el Dr. Zaragoza.
“Los anticuerpos monoclonales o anticuerpos terapéuticos son inyectados, la gran mayoría son subcutáneos, que es como se pone la insulina. Hay una que otra excepción, que es intravenosa, pero se dejan como una opción aparte”,
explicó el doctor a MSP.
A partir del tratamiento con anticuerpos, los alergistas que realizan inmunoterapia pueden aprovechar para proporcionar vacunas que antes los pacientes no toleraban y así reducir los medicamentos, según lo explicado por el presidente de la asociación.
El tratamiento debe ser evaluado por un médico alergista. “También hay neumólogos que lo hacen, pero debe ser un subespecialista que evalúe al paciente en los factores que detonan si es candidato o no a estas terapias, porque son excesivamente costosas y requisan de hacer un papeleo fuerte. Además, hay que abogar en los planes médicos para que sean aprobados, entre otros”, concluyó el doctor.