La mayor planta manufacturera de Tylenol estaría en Puerto Rico: alarma médica y económica por su uso

El impacto económico y sanitario en la isla podría ser considerable, dado que Puerto Rico alberga la mayor planta manufacturera de Tylenol, mientras el sector espera una posición oficial de la FDA antes de tomar medidas.

Katherine Ardila

    La mayor planta manufacturera de Tylenol estaría en Puerto Rico: alarma médica y económica por su uso

    Un llamado directo del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha desatado un debate de alcance global y una particular preocupación en la industria farmacéutica de Puerto Rico. 

    Durante una conferencia de prensa en la que estuvo acompañado por el secretario de Salud, Robert Kennedy, y el vicepresidente, el mandatario realizó una declaración tajante dirigida a las mujeres embarazadas, advirtiéndoles sobre el consumo de un medicamento de venta libre muy común. 

    De hecho, en el desarrollo de la conferencia, el presidente de los Estados Unidos fue más allá al afirmar que, "si usted tiene dolor o fiebre, trate de sobrellevarla y no use Tylenol". 

    Esta inesperada advertencia encendió las alarmas entre los consumidores, al igual que impactó  a los dueños de farmacias de la comunidad en la isla, quienes ven en este anuncio una potencial crisis para uno de sus productos más esenciales.

    La réplica del sector farmacéutico: una advertencia sin sustento científico

    Frente a estas declaraciones, la reacción desde el sector de la salud puertorriqueño no se hizo esperar. Linda Ayala, directora ejecutiva de la Asociación de Farmacias de la Comunidad de Puerto Rico, cuestionó severamente los fundamentos de la advertencia presidencial. 

    Señaló la falta de evidencia que respalda tal afirmación, explicando que, "nosotros hemos leído la data sobre Tylenol. Digo, a través de los años, Tylenol, periódicamente la FDA, siempre si recibe alguna queja sobre cualquier medicamento, pues levanta bandera y obliga a las manufactureras a poner warnings o notas que indiquen si hay algún problema. Eso nunca ha ocurrido mientras Tylenol ha estado en el mercado". 

    En este sentido, la experta recalcó que la autoridad regulatoria nunca ha encontrado motivos para exigir una advertencia específica, por lo que concluyó que "la relación que el presidente y el secretario de salud han hecho con relación a este medicamento no tiene fundamento alguno".

    De hecho, menciona que "los dos informes más fundamentales en el 2024 con relación a este medicamento no hacen una causalidad directa del medicamento con el autismo, por lo que es irresponsable indicar o hacer ese tipo de aseveración que puede afectar grandemente a una mujer embarazada". 

    El riesgo real: desviar a los pacientes de las indicaciones médicas

    Más allá de la falta de base científica, la principal preocupación expresada por la representante de las farmacias se centra en el peligroso mensaje que se envía a la población, el cual podría llevar a las pacientes a actuar contra su propia salud. 

    Ayala destacó el grave riesgo de que, por miedo, las personas eviten un medicamento seguro y necesario o se desvíen hacia alternativas peores. 

     "El riesgo ahora es que la gente le coja miedo al Tylenol y recurra a la aspirina. Entonces sí que puede crear problemas". Asimismo, hizo un llamado a la cordura y a la confianza en los profesionales de la salud, comentando que, "las pacientes embarazadas, no recurren por temor y afecten el feto por que tengan una fiebre alta, un dolor intenso, el médico lo indica, el médico lo puede supervisar y la persona decide no hacerlo por lo que ha escuchado de parte de las autoridades y la consecuencia sea que tenga un bebé con alguna condición o deformidad".

    Las consecuencias previsibles y una postura a la espera de la FDA

    En consecuencia, el impacto económico para Puerto Rico se vislumbra severo, dada la importancia de la planta manufacturera local de Tylenol, la más grande del mundo. 

    Ante la pregunta de cómo actuarán las farmacias comunitarias para orientar a los consumidores, Linda Ayala indicó que adoptarán una postura cautelosa y apegada a la normativa. 

    "En este momento me imagino que vamos a esperar, tenemos que esperar, porque al igual que con los aranceles, pues nunca sabemos cuál es la posición final", explicó. 

    En definitiva, la posición del sector es de espera vigilante, ya que, "así que tendremos que esperar a que el FDA decida cuando se haga, pues nosotros haremos lo propio en torno a cuál va a ser nuestra reacción y ciertamente siguiendo las instrucciones del FDA en ese momento estamos obligados a orientar al paciente esos efectos". Mientras tanto, el evento ha quedado instalado como una cuestión de gran impacto para la salud pública y la economía de Puerto Rico, cuyas consecuencias aún están por definirse.



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