Urticaria acuagénica: ser alérgico a sus propias lágrimas

El contacto con el agua produce dolor y comezón insoportable a quienes sufren de esta condición.

Isbelia Farías

    Urticaria acuagénica: ser alérgico a sus propias lágrimas

    A la alergia al agua se le conoce como urticaria acuagénica, es una extraña enfermedad incurable y debilitante que provoca migraña, fiebre y erupciones cutáneas.

    La joven Tessa Hansen-Smith, una californiana de 23 años, solo puede tomar una ducha dos veces al año. Tampoco puede sudar ni llorar. Cuando tenía 10 años recibió el diagnóstico de la urticaria acuagénica.

    Hoy día, ella relata: "Es una enfermedad muy complicada, ya que incluso soy alérgica a mis propias lágrimas, a mi saliva y a mi sudor. Soy muy propensa al agotamiento por calor y tengo que evitar la actividad física. Incluso tengo que ser transportada por mi campus en la universidad porque de lo contrario me presento a mi clase con fiebre, migraña y erupciones que hacen que sea muy difícil concentrarse".

    Así es la vida de quienes padecen alergia al agua, ellos sufren de dolor o comezón insoportable. También le acompañan otros síntomas. Tessa confiesa: "Yo sufro mucha fatiga muscular y náuseas también, la enfermedad aparece cuando como algún alimento con mucha agua, como algunas frutas y verduras. Incluso beber agua puede causarme cortes en la lengua”.

    A los ocho años Tessa comenzó a sufrir de muchas erupciones luego de ducharse, allí su familia se dio cuenta que algo sucedía. Primero, pensaron que era alérgica a un jabón en específico, hasta que descubrieron la verdadera causa.

    No hay cura para este tipo de condición. Sin embargo, Tessa trata de que esto no condicione su vida. Afirma: "Si soy capaz de ver a mis amigos y seres queridos sin tener que irme pronto por sentirme enferma o de llegar a todas mis clases en un día, lo veo como una victoria".

    Hay casos muchos más extremos, como el de Rachel Warwick, una británica a quien el sudor y las lágrimas le provocan reacciones terribles.

    Warwick dice: "Si lloro se me hincha de inmediato la cara". Tampoco puede salir cuando llueve porque siente la lluvia como “gotas ardientes” que abrasan su piel. Tampoco puede beber agua porque ello significa un gran sufrimiento.

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