Bajo lupa dos condiciones crónicas e incurables

Uno de los objetivos principales al tratar estos pacientes, indicó, es ayudar a aliviar el picor en la piel. El atender este síntoma, dijo, les brinda gran alivio y los ayuda a tener una mejor calidad de vida.

Marga Parés Arroyo

    Bajo lupa dos condiciones crónicas e incurables

    Desde el tercer piso de un edificio médico en Bayamón la dermatóloga Eneida De la Torre Lugo dirige varias investigaciones clínicas que buscan ampliar el tratamiento médico para dos condiciones de la piel muy comunes en Puerto Rico y otras partes del mundo.

    Mejorar la terapia para los pacientes de dermatitis atópica y psoriasis es el foco principal de dos de estos estudios que indagan, además, su relación con otras condiciones crónicas de alta prevalencia en el país.

    "Estamos evaluando a unos pacientes que han fallado a otros tratamientos", informó la dermatóloga, quien también es parte de la facultad de la Escuela de Medicina de la Universidad Central del Caribe, en Bayamón.

    Como parte del estudio, explicó, se busca identificar otra terapia que pueda funcionar en estos casos. Partiendo de que esta condición no tiene cura y que actualmente no hay muchas opciones terapéuticas para estos pacientes, la importancia de este estudio, resaltó la doctora De la Torre Lugo.

    "La dermatitis atópica es común, en niños especialmente. Muchos pueden mejorar, otros no", sostuvo al explicar que esta es una condición inflamatoria donde la barrera de la piel o la epidermis se afecta.

    Uno de los objetivos principales al tratar estos pacientes, indicó, es ayudar a aliviar el picor en la piel. El atender este síntoma, dijo, les brinda gran alivio y los ayuda a tener una mejor calidad de vida.

    "Ese rascado lleva a que la piel se infecte y hace que estos pacientes estén más predispuestos a infecciones bacterianas o virales. También, hay signos de estigmatización por esas llaguitas en la piel. No duermen bien y al otro día no tienen un buen día", sostuvo.

    Por el gran desconocimiento que aún impera sobre esta condición a nivel general, además de la vulnerabilidad y estigmatización a la que se exponen, muchos menores, especialmente adolescentes, se tapan la piel y temen salir para evitar ser señalados, lo que conduce a muchos a sentir ansiedad y depresión, indicó la dermatóloga.

    Aunque muchos surgen por una predisposición genética, también hay otros factores que afectan a estos pacientes, como cambios en el ambiente y la dieta. Además, De la Torre Lugo mencionó lo que se conoce como "la triada atópica" que implica la combinación de dermatitis atópica, asma y rinitis alérgica. Por eso, enfatizó, es importante el historial familiar de estos pacientes.

    "Hay que tratarla, pero no se cura. Es mantenerla controlada con un buen cuidado de la piel. Por eso tardo mucho tiempo explicándole al paciente cómo cuidar su piel, humectarla, evitar desencadenantes (que la exacerben)", dijo la dermatóloga, quien mencionó entre las terapias disponibles para la dermatitis atópica los productos tópicos, fototerapia, fármacos orales y otros inyectados.

    Se estima que de 10% a 30% de los niños y de 2% a 10% de los adultos la padecen. Entre los niños de 6 a 7 años su prevalencia es de 24.8%. En octubre de 2022 se aprobó la Ley 83 mediante la cual se declaró que todos los 14 de septiembre se celebrará el Día de la Concienciación de la Dermatitis Atópica.

    "Muchos niños la tienen y, por falta de acceso a un dermatólogo, van al pediatra o médico primario y, sino se controla (su condición), le dan seguimiento (entonces) con un dermatólogo", dijo De la Torre Lugo, quien ha sido parte de la Junta de Directores de la Sociedad Dermatológica de Puerto Rico, incluyendo su presidenta hace varios años.

    Dentro de la educación sobre lo que comprende la dermatitis atópica, mencionó el hacer conscientes a la población general y a los adultos que tienen más contacto con los menores, como sus maestros, que las temperaturas extremas, como el calor, exacerban esta condición. Por eso, dijo, es importante el uso diario del protector solar y evitar sudar mucho ya que esto activa el picor. Además, resaltó, destaca la investigación como la que se encuentra dirigiendo, en colaboración con el doctor William Julio.

    "Se están investigando otras opciones terapéuticas. Los Jak inhibitors (fármacos que se usan para tratar trastornos inflamatorios crónicos, como artritis reumatoide, entre otros) y otra gama de medicamentos, estableciendo cuales son los mejores para la dermatitis atópica", dijo al resaltar que urge ampliar la disponibilidad terapéutica a nivel pediátrico, especialmente para menores de 12 años.

    Otra investigación que dirige la doctora De la Torre Lugo, también en colaboración con el doctor Julio, es una que estudia la relación entre la psoriasis y la obesidad, así como el beneficio que puede brindarles un tratamiento para bajar de peso a estos pacientes.

    Dentro de los distintos tipos de psoriasis, la dermatóloga observó que el más común es psoriasis en placas, el cual se caracteriza por manchas rojas, gruesas y escamosas en la piel. Aunque no hay estudios base en Puerto Rico que precisen la prevalencia exacta de esta condición, De la Torre Lugo señaló que, mientras en Estados Unidos se estima en un 3 por ciento de la población, en la isla es "mucho más".

    En algunos casos, cuando se afecta toda la barrera de la piel, el paciente enfrenta una emergencia médica y urge ser hospitalizado, explicó, aunque advirtió que en el caso de psoriasis hay muchas más opciones terapéuticas, que en los casos de dermatitis atópica.

    De investigaciones ya realizadas sobre la psoriasis, la dermatóloga señaló su asociación con el síndrome metabólico, grupo de factores de riesgo, entre los que destacan la presión alta, el colesterol, la diabetes y la obesidad. El descontrol de estas condiciones impacta la psoriasis.

    Por eso, como parte del estudio, se analiza el efecto de bajar de peso con la ayuda de un medicamento y cómo esto incide en que el paciente tenga su hipertensión, nivel de glucosa y otros factores relacionados bajo control.

    "Si logramos que baje de peso y deja los medicamentos asociados, su salud va mejorando y estamos tratándolo completamente (por dentro y por fuera)", dijo al advertir que también se recomienda que estos pacientes hagan ejercicios, al menos 30 minutos cinco veces a la semana, y sigan las recomendaciones de un nutricionista.

    "Todo esto mejora su calidad de vida completa", dijo al resaltar que estos pacientes, con su condición bajo control, resultan más productivos y faltan menos a sus trabajos.

    Uno de los retos que enfrentan los pacientes de estas condiciones crónicas sin cura es la aprobación de las compañías de seguros de salud a las terapias indicadas por sus médicos, reconoció la dermatóloga.

    "Que los planes (médicos) entiendan que la integración de estas terapias puede ser efectiva al paciente y su calidad de vida.  Mejoran sus comorbilidades (coexistencia de otras enfermedades)", indicó.

    De la Torre Lugo advirtió que la piel es el órgano más grande del cuerpo, por lo cual una persona puede tener hasta cinco a siete diagnósticos relacionados. Por esa amalgama de condiciones, además de otras comorbilidades que tenga el paciente, urge que busque la ayuda de un dermatólogo, concluyó.



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