Este tumor presenta una de las incidencias más bajas en la población.
El carcinoma nasofaríngeo (NPC, por sus siglas en inglés) es un tumor maligno raro que surge del epitelio de revestimiento de la mucosa de la nasofaringe, más comúnmente en el receso nasofaríngeo lateral o fosa de Rosenmüller.
En resumen, este cáncer ocurre en la nasofaringe, la cual se ubica detrás de la nariz y encima de la parte posterior de la garganta. De acuerdo con las tasas globales de incidencia estandarizadas por edad (ASIR), en 2018 la tasa de incidencia de carcinoma nasofaríngeo varió de 2,1 a 0,4 por 100 000 personas en Asia y Europa, respectivamente. El número de muertes superó las 50,000.
Es decir, este es uno de los pocos tumores de cabeza y cuello propensos a la metástasis a distancia, más comúnmente a los huesos, los pulmones y el hígado.
Este caso se trató de un paciente de 23 años de edad que se presentó inicialmente con una lesión de masa humeral derecha de 10 cm con antecedentes de dolor durante los últimos 7 meses, y tras realizar el primer examen, a través de rayos X se confirmó una lesión ósea del húmero derecho proximal con fractura patológica.
La resonancia magnética del hombro mostró una lesión lítica agresiva que afecta al húmero derecho, y recibió quimioterapia con gemcitabina y cisplatino; mientras que una biopsia nasofaríngea reveló era un carcinoma nasofaríngeo tipo III indiferenciado y el tumor humeral una metástasis del mismo.
“El paciente fue diagnosticado con un tumor y fue tratado con quimiorradioterapia”, indicaron los especialistas, quienes destacaron la pertinencia del caso debido a la conciencia de la comunidad de otorrinolaringología, cirugía de cabeza y cuello, ortopedia y oncología de tan rara presentación.
Adicionalmente, los especialistas consideran que para el paciente que presenta metástasis óseas en etapas avanzadas, el tratamiento más adecuado son los cuidados paliativos, incluso, de acuerdo con la revisión del caso, se encontró que los pacientes más jóvenes tienen una mejor respuesta que los adultos mayores.
“El tratamiento de primera línea para mejorar la supervivencia general es una combinación de cisplatino y gemcitabina, y en pacientes con NPC metastásico recién diagnosticado, la radioterapia locorregional combinada con terapia sistémica puede mejorar el control locorregional y supervivencia global”, explicaron.
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