Infección oral avanza a absceso cervical con compromiso epidural y shock séptico en adulto mayor

Los síntomas iniciales fueron inespecíficos y el foco dental pasó desapercibido, permitiendo que la bacteria se diseminara hasta provocar sepsis y shock séptico. Cuando se identificó el origen odontogénico, el daño sistémico ya era irreversible.

Katherine Ardila

    Infección oral avanza a absceso cervical con compromiso epidural y shock séptico en adulto mayor

    Un hombre de 65 años ingresó al hospital con un cuadro de malestar general y rigidez de nuca. Los exámenes de laboratorio iniciales mostraron signos de una infección grave, incluyendo elevación de glóbulos blancos, procalcitonina y dímero D. 

    Aunque no se encontró embolia pulmonar, el diagnóstico diferencial abarcaba desde meningitis hasta una inflamación aguda de la columna cervical. Ante la sospecha de una infección bacteriana severa, se inició de inmediato un tratamiento antibiótico empírico con vancomicina y levofloxacino.

    Para determinar la causa precisa de su condición, se realizaron estudios de imagen urgentes. Una tomografía computarizada y una resonancia magnética con contraste de cabeza y cuello revelaron hallazgos alarmantes. 

    Se observó una inflamación masiva con extenso edema y múltiples colecciones de pus que se comunicaban entre sí. Esta infección afectaba el espacio retrofaríngeo y, de manera crítica, se extendía hacia el espacio epidural en forma de un absceso, comprimiendo la médula espinal a nivel de la unión entre el cráneo y la columna vertebral.

    Desafío diagnóstico

    El principal reto para el equipo médico fue identificar el foco infeccioso primario que había dado lugar a esta complicación tan severa. Inicialmente, la sospecha recayó en una urosepsis, ya que el paciente presentaba dificultades para el cateterismo urinario, atribuidas a cambios anatómicos. 

    Sin embargo, tras un manejo urológico adecuado, se descartó una infección urinaria como fuente, ya que los urocultivos resultaron negativos. Debido al alto riesgo de desestabilizar la unión craneoespinal, se decidió posponer una intervención neuroquirúrgica directa. 

    Como medida intermedia, el equipo de otorrinolaringología procedió a drenar el absceso retrofaríngeo, con la esperanza de que esto aliviara también la compresión epidural debido a la continuidad anatómica de los espacios. Para asegurar su vía aérea, se realizó una traqueotomía.

    A pesar de estas intervenciones, el estado del paciente se deterioró progresando a un shock séptico. Los hemocultivos identificaron entonces al patógeno responsable: Staphylococcus aureus sensible a meticilina (SASM). El tratamiento antibiótico se ajustó en consecuencia. 

    No obstante, el origen de la infección seguía siendo un misterio, hasta que durante la evaluación preoperatoria para la traqueostomía, el equipo de anestesiología observó signos sugestivos de un problema dental severo. Esta observación motivó una consulta odontológica de urgencia, la cual reveló caries extensas y una higiene bucal muy deficiente. Se extrajeron varias piezas dentales gravemente comprometidas. 

    Con base en la gravedad de los hallazgos bucales y la evolución clínica, se estableció una fuente odontogénica como el origen más probable de la infección sistémica. Lamentablemente, el paciente falleció a causa de una insuficiencia cardíaca secundaria a la septicemia derivada del absceso retrofaríngeo.

    Discusión: la conexión vital entre salud bucal y sistémica

    Este caso ilustra de manera trágica las peligrosas consecuencias sistémicas que pueden derivarse de infecciones dentales no tratadas. En ocasiones raras, pero devastadoras, una infección dental puede propagarse hacia los espacios profundos del cuello e incluso alcanzar el sistema nervioso central. 

    El proceso diagnóstico se vio complicado por síntomas iniciales inespecíficos y una sospecha clínica dirigida inicialmente hacia otro foco, lo que retrasó la identificación del origen dental y contribuyó a un desenlace fatal.

    Existe evidencia científica que respalda el uso de flúor en pastas dentales y barnices para reducir la incidencia de caries en todos los grupos de edad. Asimismo, la odontología mínimamente invasiva representa una estrategia de prevención terciaria validada, especialmente relevante para adultos mayores con acceso limitado a cuidados regulares. 

    Sin embargo, el acceso desigual a servicios dentales, los retrasos en el tratamiento y un bajo nivel de alfabetización en salud bucodental continúan siendo barreras significativas, particularmente en poblaciones socioeconómicamente desfavorecidas. La mala salud bucal y la falta de intervención oportuna se asocian con un mayor riesgo de desarrollar infecciones graves, como las infecciones profundas del cuello.

    Consideraciones sobre el manejo de infecciones profundas del cuello

    Las infecciones de origen dental pueden progresar a formar abscesos en espacios profundos como el retrofaríngeo. Estos abscesos suelen presentarse con síntomas vagos como dolor de garganta, fiebre o malestar general, que pueden retrasar el diagnóstico. 

    El tratamiento requiere un abordaje dual: antibioticoterapia intravenosa de amplio espectro inicial, que luego se ajusta según los cultivos, y en muchos casos, drenaje quirúrgico de la colección purulenta. La falta de un tratamiento oportuno y adecuado puede conducir a complicaciones potencialmente mortales, incluyendo la propagación de la infección al mediastino, trombosis de vasos mayores, sepsis y obstrucción de la vía aérea.



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