Detectan calcificación esclerocoroidea mediante angiografía por tomografía de coherencia óptica

La calcificación esclerocoroidea es una condición ocular poco frecuente que se caracteriza por la acumulación de calcio en la esclerótica y la coroides, que son las capas externas del ojo.

Katherine Ardila

    Detectan calcificación esclerocoroidea mediante angiografía por tomografía de coherencia óptica

    Una mujer de 57 años, aparentemente sana, fue remitida a la clínica debido a la presencia de una lesión atípica en el nevus coroideo de su ojo derecho. Al momento de la evaluación, la agudeza visual corregida de la paciente era de 20/20 en ambos ojos, y el examen oftalmológico resultó normal, excepto por una lesión yuxtapapilar perivascular, subretiniana y amelanótica en el ojo afectado. 

    La ecografía B-scan reveló una lesión hiperecoica con forma de cúpula, levemente elevada y con una sombra acústica, indicativa de calcificación. La lesión medía 2,98 x 2,66 mm con una altura de 0,72 mm. Adicionalmente, una tomografía de coherencia óptica (OCT) mostró un desplazamiento de las capas coroideas internas debido a la presencia de la calcificación.

    Diagnóstico de calcificación esclerocoroidea

    Se realizó una angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCT-A) en un área de 6 mm x 6 mm, la cual reveló una disminución en el flujo vascular en las capas profundas de la coroides y la coriocapilar, mientras que el flujo en las capas superficiales de la retina permaneció normal. Con base en los hallazgos clínicos, ecográficos y de OCT, se diagnosticó a la paciente con calcificación esclerocoroidea.

    La angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCT-A) es una moderna técnica de imagen no invasiva que puede ayudar en la evaluación de enfermedades retinianas mediante la evaluación de la vasculatura coriorretiniana. 

    La angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCT-A) es una técnica de imagen no invasiva y moderna que permite la evaluación detallada de la vasculatura coroidea y retiniana. Aunque ha sido ampliamente utilizada para el diagnóstico de patologías retinianas como la retinopatía diabética, la degeneración macular relacionada con la edad y las oclusiones vasculares, su aplicación en casos de calcificación esclerocoroidea es limitada.

    ¿Qué es la calcificación esclerocoroidea?

    Es una condición ocular poco frecuente que se caracteriza por la acumulación de calcio en la esclerótica y la coroides, que son las capas externas del ojo. 

    La esclerótica es la capa más superficial, también conocida como "el blanco del ojo", mientras que la coroides se encuentra justo debajo de la retina y está llena de vasos sanguíneos que nutren las capas externas de la retina. Esta calcificación ocurre principalmente en personas mayores y, aunque generalmente no provoca síntomas, puede ser detectada de forma incidental durante un examen oftalmológico de rutina.

    Típicamente una lesión subretiniana, incidental y asintomática, que se detecta durante exámenes de rutina. Su localización más común es en la región medioperiférica temporal superior a lo largo de las arcadas vasculares. En este caso (Nieves, I. et al), la lesión fue yuxtapapilar, es decir, la lesión está situada junto a la papila óptica, lo que indica que se encuentra muy próxima al disco óptico. 

    Esto puede ser relevante en términos de diagnóstico y tratamiento, ya que las lesiones en esta área pueden afectar la visión y son más difíciles de tratar por su proximidad a esta región clave del ojo.

    Diagnóstico diferencial de la calcificación esclerocoroidea

    El diagnóstico diferencial de la calcificación esclerocoroidea incluye lesiones como el melanoma coroideo amelanótico, el osteoma coroideo o incluso la metástasis coroidea. A menudo, el melanoma coroideo se presenta sin síntomas y puede ser difícil de distinguir de lesiones benignas durante un examen funduscópico. La metástasis coroidea, comúnmente originada de cáncer de mama en mujeres o de pulmón en hombres, también puede parecerse a la calcificación esclerocoroidea. El osteoma coroideo, por su parte, es un tumor benigno que causa pérdida de visión debido a complicaciones como la neovascularización.

    Uno de los mayores retos en el diagnóstico de esta afección es diferenciarla de otras patologías oculares más graves, como el melanoma coroideo o metástasis oculares. Por esta razón, es fundamental realizar un diagnóstico por imagen detallado, que ayude a distinguir las características particulares de la calcificación esclerocoroidea de otras lesiones potencialmente malignas.

    En la actualidad, la paciente ha sido seguida durante tres años, sin presentar cambios ni progresión en la lesión.

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