El colesterol elevado desde la infancia duplica el riesgo de infarto. Las nuevas guías europeas 2025 insisten: diagnosticar y tratar a tiempo puede marcar la diferencia entre prevenir o sufrir un ataque cardíaco.
El presidente de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), el doctor José López Miranda, ha lanzado una alerta sobre el impacto a largo plazo del colesterol. Según el experto, la exposición continua a niveles elevados de colesterol LDL (conocido como 'malo') desde las primeras etapas de la vida se asocia directamente con un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular arteriosclerótica en la edad adulta.
Esta advertencia se ve respaldada por la reciente actualización de las Guías Europeas de Lípidos 2025, las cuales recomiendan un tratamiento precoz.
El doctor Miranda explica que las guías "enfatizan en que la arteriosclerosis es una enfermedad crónica y progresiva, que comienza de forma temprana en la vida y progresa lentamente, y que la exposición acumulada a niveles elevados de colesterol LDL desde edades tempranas de la vida se asocia a un mayor riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular arteriosclerótica en etapas posteriores".
Por consiguiente, el principio clave es que cuanto antes se reduzca el colesterol LDL, más bajo se mantenga y durante más tiempo, mayor será la protección cardiovascular.
La hipercolesterolemia familiar (HF), un trastorno genético que provoca niveles muy altos de colesterol LDL desde el nacimiento, deja ver la relevancia de este concepto de "carga acumulada".
La doctora Daiana Ibarretxe, especialista del Hospital Universitari Sant Joan de Reus y de la Universidad Rovira i Virgili, argumenta para Infosalus que "la carga lipídica y el tiempo acumulado es fundamental para entender que no todos los casos de hipercolesterolemia son iguales".
Para ilustrarlo, la experta hace la siguiente comparación: "Un niño que nace con HF, con un colesterol LDL de 200 mg/dL, cuando tenga 40 años va a llevar 40 años acumulados de colesterol alto, y es muy distinto a una persona a quien empieza a aumentar el colesterol a mediana edad. Por tanto, la detección precoz en la etapa infantil garantiza un tratamiento a tiempo, y mayor prevención cardiovascular".
A pesar de la evidencia, la HF sigue siendo un problema de salud pública infravalorado. La doctora Ibarretxe alerta de que, a pesar de los avances, "con los datos de que disponemos, vemos que la HF sigue estando infradiagnosticada e infratratada. Hay que seguir trabajando no solo en los criterios de alerta, de diagnóstico y derivación, sino también en la formación continua de los especialistas, incorporando referentes de zona. Porque la sensación es que demasiadas veces nos llegan tarde estos pacientes, cuando ya han sufrido un evento cardiovascular".
Las nuevas Guías Europeas de Lípidos 2025 introducen dos aspectos fundamentales para una prevención más precisa y efectiva:
En primer lugar, refuerzan la recomendación de medir la lipoproteína(a) al menos una vez en la vida. El doctor Javier Delgado Lista, internista del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba, aclara su relevancia: "Se refuerza el mensaje de que la lp(a) actúa como modificador importante del riesgo cardiovascular y lo puede aumentar considerablemente si su presencia en sangre es alta".
Este marcador es particularmente crítico en grupos de alto riesgo, ya que "en el caso de personas con HF o con enfermedad cardiovascular ya establecida, la determinación de la lp(a) es imprescindible".
En segundo lugar, las guías posicionan al control del colesterol LDL en el centro de la estrategia preventiva y abogan por un enfoque terapéutico más intensivo y práctico.
La doctora Ibarretxe concluye explicando que "las combinaciones terapéuticas suelen ser más efectivas que un solo fármaco a dosis máximas, porque suman efectos sinérgicos que hay que intensificar", un principio que busca maximizar la reducción del colesterol de manera segura y eficaz para proteger el corazón a lo largo de toda la vida.