¿Cuánta sal es realmente saludable? Por qué el exceso de sal es dañino y la restricción extrema también?

Investigaciones recientes sugieren que un consumo moderado (3 a 6 g diarios) podría ser más beneficioso que dietas muy bajas en sal, ya que la deficiencia también conlleva riesgos.

Katherine Ardila

    ¿Cuánta sal es realmente saludable? Por qué el exceso de sal es dañino y la restricción extrema también?

    La sal se ha convertido en un condimento controversial en el mundo de la nutrición. Mientras las autoridades sanitarias globales advierten sobre su consumo excesivo, un creciente cuerpo de investigación científica comienza a cuestionar si las recomendaciones actuales podrían ser demasiado restrictivas. 

    Este debate cobró relevancia en 2017 cuando el chef turco Nusret Gökçe, conocido como "Salt Bae", se hizo viral por su peculiar forma de sazonar carnes. 

    ¿Cuánta sal necesitamos realmente?

    La Organización Mundial de la Salud recomienda limitar el consumo de sodio a menos de 2 gramos diarios, equivalente a aproximadamente 5 gramos de sal. En Estados Unidos, las Guías Alimentarias sugieren un límite de 2.3 gramos de sodio al día, aproximadamente una cucharadita de sal

    Sin embargo, un artículo de 2022 concluyó que "un consumo moderado de sodio (entre 3 y 6 g al día) es mejor para reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, en comparación con dietas bajas o altas en sodio".

    La confusión se ve exacerbada, en parte, por la forma en que se etiquetan los alimentos. La nutricionista May Simpkin explica que "el público en general no es consciente de esto y simplemente piensa que el sodio y la sal son lo mismo. Nadie te lo dice". 

    Este desconocimiento lleva a que aproximadamente el 40% del sodio consumido por los estadounidenses provenga de alimentos procesados como pizza, embutidos y snacks salados.

    ¿Cuáles son los riesgos de consumir sal en exceso?

    Las investigaciones demuestran que el consumo excesivo de sal causa hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas. 

    La OMS estima que el alto consumo de sodio es responsable de 1.89 millones de muertes anuales a nivel global. 

    Un metaanálisis de 13 estudios reveló "un 17% más de riesgo de enfermedad cardiovascular total y un 23% más de riesgo de accidente cerebrovascular por consumir 5 g adicionales de sal al día".

    Los beneficios de reducir el consumo son igualmente claros. En Inglaterra, una disminución de 1.4 gramos diarios en el consumo de sal contribuyó a una reducción del 42% en accidentes cerebrovasculares fatales y 40% en muertes por enfermedades cardíacas. 

    Un estudio de 2023 demostró que una dieta baja en sodio durante una semana tuvo un efecto reductor de presión arterial comparable al de medicamentos antihipertensivos.

    La controversia científica

    La sensibilidad a la sal varía significativamente entre individuos, dependiendo de factores como etnia, edad, índice de masa corporal y antecedentes familiares. Algunos estudios han encontrado que dietas muy bajas en sal podrían ser tan perjudiciales como el consumo excesivo. 

    Andrew Mente, epidemiólogo nutricional de la Universidad McMaster, concluye que "encontrar un punto óptimo en el medio es coherente con lo que se esperaría de cualquier nutriente esencial... donde a niveles altos se presenta toxicidad y a niveles bajos, deficiencia".

    Sin embargo, no todos los expertos están de acuerdo. Francesco Cappuccio, profesor de Medicina Cardiovascular y Epidemiología de la Universidad de Warwick, afirma que la evidencia contraria proviene de estudios metodológicamente limitados. 

    Sara Stanner, directora científica de la Fundación Británica de Nutrición, coincide en que "la reformulación en toda la cadena de suministro de alimentos es la estrategia más eficaz para reducir los niveles de sal a nivel nacional".

    Un consumo moderado

    Los expertos recomiendan enfoques balanceados. Ceu Mateus, profesor de Economía de la Salud en la Universidad de Lancaster, aconseja "priorizar la concienciación sobre la sal oculta en nuestra dieta en lugar de intentar evitarla por completo". 

    Una dieta rica en potasio, presente en frutas, verduras y lácteos, puede ayudar a contrarrestar los efectos adversos del sodio.

    La investigación más actualizada sugiere que el consumo moderado, entre 3 y 6 gramos de sodio diarios, podría ser el punto óptimo para la mayoría de las personas. Aunque persisten debates metodológicos, el consenso científico indica que el exceso de sal definitivamente aumenta la presión arterial, mientras que su restricción extrema podría tener consecuencias no deseadas en algunos grupos poblacionales.

    La próxima vez que alcances el salero, recuerda que como con muchos aspectos de la nutrición, la moderación parece ser la clave.



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