Varios estudios profundizan en la relación de grasas saturadas y un posible desencadenante a enfermedades cardiovasculares.
Marcela Moreno, Eduardo Najar
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
Varios estudios profundizan en la relación de grasas saturadas y un posible desencadenante a enfermedades cardiovasculares
Los alimentos que contienen un porcentaje de grasa se caracterizan porque este componente presenta triglicéridos, que a su vez están formados por ácidos grasos,donde se distribuyen de acuerdo a enlaces dobles respecto a su propiedad molecular, es por eso que existen tres tipos de grasas: saturadas, insaturadas y grasas trans.
La grasas de tipo saturadas no presentan los enlaces dobles anteriormente mencionados, tienen una prevalencia en aquellos alimentos naturales que provienen de otros individuos como el caso de la carne, la leche, embutidos y están presentes en algunas plantas como el aceite de coco y el de palma.
Nutricionistas y especialistas recomiendan un porcentaje adecuado para consumir algunos tipos de grasas, en el caso de las saturadas se tiene rangos específicos pues en exceso pueden ocasionar daños en el organismo, sin embargo, la población no está teniendo en cuenta este tipo de reglamentación y por este motivo están incrementando algunos casos el consumo de 20 y 30 gramos recomendados en mujeres y hombres respectivamente.
En el caso del Reino Unido, entidades de salud y en especial la Asociación Dietética Británica recomienda tener una dieta balanceada respecto al consumo de grasas saturadas y carbohidratos, ya que recomiendan que un 35% de la energía debe ser a base de grasas y un aproximado del 50% debe serlo de carbohidratos. Es así como diversas entidades recomiendan no incluir más del 11% del contenido calórico en grasas.
En una publicación realizada por CNN, Lynne Garton, dietista registrada y asesora dietética de la organización benéfica sobre el colesterol Heart UK, mostró preocupación por la iniciativa de inclinarse por el consumo de grasas saturadas por encima de otros tipos de grasas, pues el porcentaje de ingesta actual ya es demasiado alto.
Añadió, "varios factores contribuyen al aumento del colesterol en la sangre, pero una dieta alta en grasas saturadas es definitivamente uno de ellos, y esto se ha confirmado en estudios que se remontan a la década de 1950".
La especialista dijo, además, que algunas personas podrían beneficiarse al comer incluso menos grasas saturadas que la recomendación estándar, particularmente las que se encuentran en riesgo de presentar algún tipo de complicación cardiaca.
De acuerdo a un estudio publicado, el hecho de reemplazar el 5% de las calorías de las grasas saturadas, por una cantidad igual de grasas poliinsaturadas que se pueden encontrar en alimentos como el salmón, el aceite de girasol y las nueces, o simplemente al utilizar un tipo de aceite como el de oliva, el riesgo de muerte por cualquier causa se redujo significativamente entre un 19% y 11%.
Respecto al tema, Peter Clifton, profesor adjunto de nutrición en la Universidad del Sur de Australia manifestó que “probablemente también esté bien reemplazar algunos alimentos ricos en grasas saturadas con granos integrales, pero definitivamente no está bien cambiarlos por azúcar o carbohidratos refinados. Esto podría ser peor que no reducir las grasas saturadas".
Sin embargo, en lo que muchos especialistas concuerdan, es en la necesidad de manejar una dieta saludable y balanceada, en la que exista un equilibrio entre frutas, verduras, granos integrales y fuentes ricas en grasas no saturadas como las nueces y el pescado e incluyendo algunos productos integrales, esto sin duda es saludable para el corazón.