El cardiólogo Jorge González, mencionó para MSP que la frecuencia cardíaca en la fibrilación auricular oscila entre 100 y 175 latidos por minuto, cuando los límites normales de la frecuencia cardíaca son de 60 a 100 latidos por minuto.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
La fibrilación auricular es la arritmia cardiaca más frecuente, especialmente en pacientes con enfermedad valvular, pero se puede ver en prácticamente todas las patologías del corazón.
El cardiólogo Jorge González, mencionó para MSP que la frecuencia cardíaca en la fibrilación auricular oscila entre 100 y 175 latidos por minuto, cuando los límites normales de la frecuencia cardíaca son de 60 a 100 latidos por minuto. “Esto produce una desincronización de los ventrículos haciendo que el corazón funcione deficientemente, mucho gasto energético, asincronización electromecánica”, aduce.
Por otra parte, la Clínica Mayo sugiere que, una preocupación importante con la fibrilación auricular es la posibilidad de desarrollar coágulos sanguíneos dentro de las cavidades superiores del corazón. Estos coágulos sanguíneos que se forman en el corazón pueden circular a otros órganos y bloquear el flujo sanguíneo (isquemia).
Las anomalías o daños a la estructura del corazón son la causa más frecuente de la fibrilación auricular. Las posibles causas comprenden las siguientes:
Sin embargo, algunas personas con fibrilación auricular no tienen defectos ni daños cardíacos. Esta enfermedad se conoce con el nombre de "fibrilación auricular aislada". En la fibrilación auricular aislada, la causa suele ser poco clara y las complicaciones graves son poco frecuentes.
Al tratar de prevenir la FA se deben perseguir tres objetivos como son: disminuir la cantidad de sujetos con fibrilación auricular, reducir la frecuencia, duración y severidad de los episodios o suprimir definitivamente la misma y mantener el ritmo sinusal durante terapia a largo plazo.
A su vez, la Clínica Mayo anunció que, para prevenir la fibrilación auricular, es importante tener un estilo de vida saludable para el corazón para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca. Un estilo de vida saludable puede comprender:
Aunque el tratamiento depende de la gravedad y de la frecuencia de los síntomas y de la existencia o no de enfermedad cardiovascular asociada, la Alianza de Cardiología mencionó a través de su página que el objetivo es intentar restaurar el ritmo normal del corazón (ritmo sinusal), asimismo, hace énfasis en los siguientes tratamientos para contrarrestar este padecimiento:
Cardioversión: procedimiento para corregir la arritmia y recuperar el ritmo normal del corazón. Puede realizarse a través de medicamentos antiarrítmicos (cardioversión farmacológica) o, en caso de que éstos no hagan efecto, mediante descargas eléctricas con un desfibrilador (cardioversión eléctrica).
Ablación: técnica que consiste en aislar eléctricamente las venas pulmonares (donde nace la arritmia). Para llegar a ellas, se introduce un catéter por la zona de la ingle (vena femoral) hasta el corazón. Una vez allí se genera una corriente eléctrica que permite realizar quemaduras consecutivas alrededor de las venas pulmonares, quedando aisladas o desconectadas. Se realiza con anestesia local y sedación.
Fármacos antiarrítmicos: se clasifican en dos tipos: los que intentan devolver al corazón su ritmo normal y los que disminuyen la frecuencia cardíaca durante los episodios de arritmia. Su uso está limitado, debido a su eficacia intermedia, el agravamiento de la arritmia o la toxicidad y su tolerabilidad. Pueden tener efectos secundarios: frecuencia cardíaca demasiado lenta, fatiga, mareo y/o pérdidas de conocimiento.
Fármacos Anticoagulantes: evitan la formación de coágulos y reducen el riesgo de que se formen trombos dentro de los vasos sanguíneos, retardando el tiempo de coagulación de la sangre. Hay dos tipos de anticoagulantes orales: Antivitamina K (AVK) y Anticoagulantes Orales Directos (ACODs).