Dolor, hormigueo y calambres en las piernas al caminar son signos de Enfermedad Arterial Periférica

Los factores de riesgo en esta condición incluyen consumo de tabaco, diabetes mellitus, hipertensión arterial, niveles altos de colesterol, obesidad, sedentarismo y antecedentes familiares.

Jose Ibraim Alape

    Dolor, hormigueo y calambres en las piernas al caminar son signos de Enfermedad Arterial Periférica

    El dolor en las piernas al caminar, conocido técnicamente como claudicación intermitente, puede ser una señal temprana de la enfermedad arterial periférica (EAP), advierte el doctor Pablo Gallo, jefe de la Unidad de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional. Sin embargo, este dolor no es el único indicador de esta afección.

    Esta enfermedad, puede manifestarse de diversas maneras, incluyendo sensación de hormigueo, calambres musculares y, en casos más avanzados, la presencia de lesiones en la piel que no cicatrizan adecuadamente. Estos síntomas son resultado del estrechamiento u oclusión de las arterias que suministran sangre a las extremidades, principalmente a las piernas, lo que reduce el flujo sanguíneo y causa malestar.

    Enfermedad arterial periférica y su vínculo con la aterosclerosis

    La enfermedad arterial periférica está fuertemente asociada con la aterosclerosis, un proceso en el cual se acumulan depósitos de grasa, conocidos como placas ateromatosas, en las paredes de las arterias. Estas placas pueden avanzar progresivamente, obstruyendo parcial o completamente el flujo sanguíneo a través de las arterias afectadas.

    Importancia de la detección temprana

    A pesar de que los síntomas pueden ser sutiles en las etapas iniciales de la enfermedad, es crucial abordar los factores de riesgo conocidos para la EAP. Asimismo, el doctor Gallo destaca que el consumo de tabaco, la diabetes mellitus, la hipertensión arterial, los elevados niveles de colesterol, la obesidad y el sedentarismo son factores que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Además, la edad y los antecedentes familiares también juegan un papel importante y, lamentablemente, no se pueden modificar.

    Ante la presencia de síntomas sugestivos, es fundamental buscar atención médica especializada. Un diagnóstico temprano puede permitir un manejo más efectivo de la enfermedad, así como la implementación de estrategias para controlar los factores de riesgo y ralentizar su progresión.

    Enfoque integral para el tratamiento de la enfermedad arterial periférica

    El tratamiento de la enfermedad arterial periférica se centra en un enfoque integral que aborde tanto los síntomas como los factores subyacentes que contribuyen a la enfermedad. El control riguroso de la presión arterial, los niveles de glucosa y colesterol en sangre, así como el abandono del tabaco, son componentes esenciales de la gestión de esta enfermedad.

    Además, adoptar un estilo de vida saludable, que incluya una dieta equilibrada y la realización de actividad física regular, puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea y reducir el riesgo de complicaciones.

    Pruebas no invasivas y su importancia en la evaluación sanguínea

    El diagnóstico se realiza típicamente mediante pruebas no invasivas, como el Eco-Doppler, que proporciona información detallada sobre el estado de la circulación sanguínea en las extremidades afectadas. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales, como la arteriografía, para evaluar la gravedad y extensión de la enfermedad.

    En conclusión, la enfermedad arterial periférica es una afección vascular común que puede tener consecuencias significativas si no se diagnostica y trata adecuadamente. La educación sobre los síntomas y factores de riesgo de la EAP, junto con la promoción de estilos de vida saludables, son herramientas fundamentales en la lucha contra esta enfermedad y en la mejora de la calidad de vida de quienes la padecen.

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