Betabloqueantes no son necesarios tras un infarto si función cardiaca es normal

Los investigadores, entre ellos Xavier Rosselló y Borja Ibáñez, enfatizan que no existe ningún subgrupo de pacientes postinfarto con función cardíaca conservada que se beneficie de estos fármacos.

Katherine Ardila

    Betabloqueantes no son necesarios tras un infarto si función cardiaca es normal

    Una investigación liderada por el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) ha llegado a una conclusión que cambiará la práctica clínica en cardiología: los betabloqueantes, medicamentos que durante más de cuatro décadas se han prescrito de por vida tras un infarto, no aportan beneficios a los pacientes que mantienen una función cardíaca normal. 

    El metaanálisis, publicado en The New England Journal of Medicine, analizó datos individuales de 17.801 pacientes procedentes de cinco ensayos clínicos realizados en Europa y Japón.

    En el estudio, la mitad de los participantes recibió betabloqueantes mientras que la otra mitad no siguió este tratamiento. Después de casi cuatro años de seguimiento, los resultados fueron concluyentes: el 8% de los pacientes sufrió algún evento cardiovascular grave, como muerte, nuevo infarto o insuficiencia cardíaca, sin que se observaran diferencias entre ambos grupos. 

    Tampoco se detectaron beneficios en mortalidad, reinfartos, insuficiencia cardíaca o arritmias, independientemente de la edad, el sexo o el tipo de betabloqueante utilizado.

    Un cambio de paradigma en el tratamiento

    Xavier Rosselló, científico del CNIC y coautor del trabajo, subraya la relevancia de estos hallazgos: "Esto muestra que no hay ningún subgrupo de pacientes postinfarto con función cardíaca normal que se beneficie de betabloqueantes". 

    El análisis también descarta un posible efecto adverso en mujeres que se había observado en el ensayo REBOOT, proporcionando así una evidencia más sólida sobre la seguridad de suspender este tratamiento en pacientes seleccionados.

    El impacto clínico de esta investigación es considerable, especialmente si se tiene en cuenta que actualmente el 70% de los pacientes que sufren un infarto presentan una función cardíaca normal. 

    Borja Ibáñez, director científico del CNIC, aclara que "estos resultados no significan que se haya tratado mal a los pacientes, sino que la mejora en el manejo del infarto hace que los betabloqueantes ya no sean necesarios en este grupo".

    Precauciones y excepciones importantes

    Los investigadores enfatizan que estos hallazgos no aplican a todos los pacientes. Los betabloqueantes siguen siendo esenciales en aquellos con fracción de eyección reducida (inferior al 50%), así como en personas con insuficiencia cardíaca crónica y arritmias. 

    Los especialistas advierten que nadie debe suspender este tratamiento por iniciativa propia sin consultar previamente con su médico, ya que podrían existir otras indicaciones específicas que justifiquen su continuidad.

    Valentín Fuster, director general del CNIC, califica este avance como "uno de los cambios más importantes en la cardiología de las últimas décadas". 

    El estudio, financiado por instituciones de España, Suecia, Noruega, Dinamarca y Japón, tendrá un impacto inmediato en las guías clínicas internacionales, marcando el final de una práctica que se mantuvo durante más de 40 años basada en estudios de los años setenta y ochenta.



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