Esta arritmia cardíaca suele pasar desapercibida en pacientes asintomáticos, pero puede prevenirse con exámenes médicos periódicos. Nuevos anticoagulantes y tecnología portátil mejoran el diagnóstico y tratamiento.

En el marco del Congreso Científico Anual 2025 de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología Intervencional, el Dr. Valentín del Río, director del Comité Científico de la organización y director médico del Bayamón Heart Salon, alertó sobre la fibrilación atrial subclínica, una condición que afecta el ritmo cardíaco y que muchas veces pasa inadvertida por no presentar síntomas evidentes.
Es un tipo de arritmia cardíaca común en la que las cámaras superiores del corazón (aurículas) laten de manera rápida e irregular, de forma no sincronizada con las cavidades inferiores del corazón, llamadas ventrículos.
"Básicamente la fibrilación atrial, para que el público la entienda, es un ritmo del corazón que no es regular. Usualmente el latido del corazón tiende a ser regular. Cuando ese latido comienza a estar de manera irregular, usualmente se conoce como fibrilación atrial o fibrilación auricular", explicó el Dr. del Río.
El especialista enfatizó que el verdadero reto radica en aquellos pacientes asintomáticos. "Hay pacientes que no tienen síntomas. Así que, pues, obviamente, en esos pacientes que no tienen síntomas, el diagnosticar esta condición es un poco más retante", señaló, agregando que esta arritmia "es uno de los factores de riesgo más importante para el desarrollo de derrames cerebrales o lo que la gente llama stroke o apoplejía".
El cardiólogo destacó el papel crucial del examen físico en la detección temprana de esta condición. Según explicó, cuando un médico ausculta a un paciente y detecta un ritmo irregular, esto "levanta la bandera de que algo pudiera estar pasando" y permite realizar estudios más específicos como un electrocardiograma.
"En este caso es bien importante que los pacientes vayan a sus chequeos rutinarios precisamente por lo que dice: si no tiene síntomas, la manera en que se puede detectar es solamente en ese examen clínico en la oficina del especialista", advirtió el Dr. del Río.
Para aquellos pacientes que sí presentan manifestaciones, "el síntoma clave es palpitación", aunque también pueden experimentar falta de aire o molestias en el pecho.
Un aspecto fundamental del tratamiento es la anticoagulación. El Dr. del Río explicó que los médicos utilizan herramientas como el "chad score" y el "chad vasc score" para evaluar el riesgo individualizado de cada paciente y determinar si requiere anticoagulación.
Durante años, el único medicamento disponible era la warfarina , que presentaba múltiples limitaciones.
"Ese medicamento tenía muchas limitaciones, tanto para el paciente como para nosotros los médicos. No sabíamos cuando el paciente estaba bien", recordó el especialista, señalando que los niveles podían fluctuar según la dieta o la interacción con otros medicamentos.
"Con los medicamentos nuevos, una vez el paciente se toma el anticoagulante y se lo toma tal y como se le instruye, ese paciente está anticoagulado, no tenemos duda de si está o no está anticoagulado como pasaba", explicó, destacando la importancia de la adherencia al tratamiento.
El Dr. del Río destacó el papel de la inteligencia artificial y los dispositivos portátiles en la detección de arritmias. Algunos relojes inteligentes, avalados por el Colegio Americano de Cardiólogos, pueden identificar ritmos anormales.
"Muchas veces llegan a nuestra oficina con la data que da el teléfono cuando ayuda, porque el teléfono no perdona, el reloj, muchas veces algunos teléfonos también, pero identifica que hay un ritmo que no es normal y ellos buscan ayuda", señaló el cardiólogo, calificando esta herramienta como "tremenda ayuda".
El especialista enfatizó que cada caso requiere un abordaje individualizado: "No es lo mismo que un paciente de fibrilación atrial tenga 35, 40, 45 años, que el paciente tenga 70 años, y es que basamos el tratamiento individualmente de acuerdo a esos factores de riesgo".
Entre los factores evaluados se encuentran la presencia de fallo cardíaco, hipertensión arterial, edad del paciente, historial de derrames cerebrales previos y el género.
El Dr. del Río enfatizó la importancia del trabajo multidisciplinario entre médicos primarios, cardiólogos generales y electrofisiólogos, especialistas en arritmias, para garantizar el mejor resultado para los pacientes.