Su lucha estuvo marcada por un diagnóstico tardío de un sarcoma de tejidos blandos en etapa 4, una enfermedad poco común y agresiva que ya se había diseminado al hígado al momento de ser detectada.

La comunidad periodística y el país en general amanecen de luto este martes tras confirmarse el fallecimiento del reconocido comunicador Alex Delgado. El director de programación de NotiUno 630 y destacado panelista del programa Jugando Pelota Dura perdió su batalla contra el cáncer durante la madrugada de este 16 de diciembre, en el Hospital Comprensivo de Cáncer en San Juan. Tenía 49 años.
Su familia emitió un comunicado confirmando la triste noticia, indicando que Delgado "partió en paz" tras afrontar la enfermedad. Hasta el momento, los detalles sobre los actos fúnebres serán anunciados por sus seres queridos en los próximos días.
Con una extensa y respetada trayectoria en los medios de comunicación puertorriqueños, Alex Delgado se había posicionado como una figura importante y reconocida de análisis político.
Su voz y su perspicaz liderazgo en la radio representaron una aportaron de gran manera al periodismo local, dejando un vacío en el ámbito informativo y de opinión pública.
La salud del periodista había sido el centro de preocupación en los últimos meses. A Alex Delgado se le diagnosticó en marzo de este año un cáncer agresivo en etapa 4, específicamente un sarcoma de tejidos blandos.
Este es un tipo de tumor poco común que se origina en estructuras como músculos, nervios, vasos sanguíneos o tejido graso. Según los reportes, la enfermedad no presentó síntomas iniciales y, al momento del diagnóstico, ya se había extendido al hígado.
Desde entonces, Delgado emprendió un intenso recorrido de tratamientos que incluyó una operación, múltiples ciclos de quimioterapia y, más recientemente, el inicio de un régimen de inmunoterapias.
A pesar del pronóstico, siempre se le conoció por mantener una actitud pública optimista y una firme esperanza en su lucha.
Incluso en medio de su tratamiento en Puerto Rico, el periodista y su familia mantenían la esperanza puesta en la medicina de vanguardia. Se encontraba a la espera de que especialistas del reconocido Moffit Cancer Center en Tampa, Florida, lo evaluaran para obtener una segunda opinión médica, un paso que reflejaba su determinación por explorar todas las alternativas posibles.
Su fallecimiento no solo enluta a su familia y colegas más cercanos, sino a toda una audiencia que durante años lo siguió por su agudeza, su profesionalismo y su compromiso con la información.