Científicos desarrollan nanocuerpos para tratar los síntomas más resistentes de la esquizofrenia

Un equipo científico ha logrado lo que durante años se consideró casi imposible: desarrollar una molécula capaz de alcanzar directamente el cerebro desde una inyección común.

Katherine Ardila

    Científicos desarrollan nanocuerpos para tratar los síntomas más resistentes de la esquizofrenia

    Un grupo de científicos acaba de dar un paso que podría cambiar el rumbo del tratamiento de los trastornos psiquiátricos. Se trata de un hallazgo liderado por un consorcio científico francés conformado por el CNRS, el Inserm y la Universidad de Montpellier. 

    Tras años de investigación en neurociencias y biología molecular, el equipo ha desarrollado una terapia basada en nanocuerpos obtenidos de anticuerpos de camélidos, específicamente de llamas, que muestra una eficacia prometedora para abordar uno de los aspectos más complejos de la esquizofrenia: los déficits cognitivos.

    El desafío terapéutico actual en esquizofrenia

    La esquizofrenia, esa compleja enfermedad mental que afecta aproximadamente al 1% de la población mundial, es un panorama terapéutico desafiante. 

    Si bien los tratamientos actuales, principalmente antipsicóticos, pueden controlar algunos síntomas positivos como las alucinaciones y los delirios, resultan notablemente ineficaces para abordar los síntomas cognitivos que tanto deterioran la funcionalidad de los pacientes. 

    Es en este contexto donde radica la importancia del descubrimiento, ya que como señalan los investigadores en su publicación en Nature: "Si bien los tratamientos actuales para la esquizofrenia pueden reducir ciertos síntomas, tienen poco efecto sobre los déficits cognitivos que afectan la vida diaria de los pacientes".

    Mecanismo de acción 

    La terapia desarrollada se centra en un enfoque completamente novedoso, dirigido específicamente a los receptores de glutamato en el cerebro, neurotransmisores clave en los procesos cognitivos. 

    Lo verdaderamente revolucionario de este nanocuerpo es su capacidad única para superar uno de los mayores obstáculos en el desarrollo de fármacos neurológicos: la barrera hematoencefálica. Los resultados publicados demuestran que: 

    "Administrada periféricamente por vía venosa o muscular, esta nueva molécula ha demostrado su capacidad para romper la barrera hematoencefálica y alcanzar eficazmente los receptores cerebrales".

    Resultados preclínicos alentadores

    Los ensayos realizados en modelos animales han arrojado resultados que superan las expectativas. En dos modelos distintos de esquizofrenia, los investigadores observaron una mejoría notable en las funciones cognitivas, con un perfil de eficacia y duración del efecto particularmente prometedor. 

    Según detallan en su publicación: "La administración de nanocuerpos corrigió los déficits cognitivos observados en los modelos murinos, ya que la función cognitiva de los animales mejoró claramente desde la primera inyección, con un efecto prolongado durante una semana".

    Próximos pasos 

    A pesar del entusiasmo generado por estos resultados, los investigadores mantienen una actitud cautelosa y rigurosa. El camino desde los prometedores resultados preclínicos hasta su posible aplicación en pacientes humanos requiere todavía superar varias etapas de investigación. Como advierten explícitamente en su trabajo: 

    "No obstante, se requieren estudios clínicos para demostrar que esta capacidad de corregir déficits cognitivos mediante inyección periférica puede representar una nueva vía de tratamiento para la esquizofrenia".

    Sin embargo, los investigadores vislumbran un futuro donde esta tecnología podría aplicarse a otros trastornos neurológicos, señalando que: "Esta investigación confirma el potencial de los nanocuerpos como una nueva estrategia terapéutica para actuar sobre el cerebro, y su uso se ampliará con el tiempo para incluir el tratamiento de otras enfermedades neurológicas".

    La combinación de la especificidad molecular de los nanocuerpos con su capacidad para alcanzar el sistema nervioso central abre un abanico de posibilidades terapéuticas. 



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