El diagnóstico de cáncer de mama puede transformar la autoimagen y la percepción de las pacientes, generando un cambio en la relación que tienen con su cuerpo y con los demás.
La cirugía de cáncer de mama se realiza principalmente para extirpar el tejido canceroso y reducir el riesgo de que el cáncer se disemine o reaparezca. Dependiendo de la etapa del cáncer, su tipo y otros factores, el procedimiento puede variar en alcance, desde la extirpación de un pequeño tumor hasta la remoción completa de la mama.
A pesar de que es una estrategia para prolongar la vida de la paciente y proporcionar mayor seguridad en su tratamiento, puede transformar profundamente la forma en que una persona se percibe a sí misma. Pues, en muchos casos, el proceso no solo implica un cambio físico, sino también un desafío emocional y psicológico que afecta la autoimagen y la autoestima.
La Dra. Lina María Parada, psicóloga clínica, explica en una entrevista para la Revista de Medicina y Salud Pública que, desde el momento mismo del diagnóstico, comienza a cambiar la forma en que las pacientes se perciben a sí mismas.
"Indudablemente hay cambios significativos en la persona que atraviesa por un proceso de cáncer. El primero tiene que ver con su proceso de autoimagen, el segundo, reconocerse como una persona que está atravesando por una enfermedad, pues, perder por una temporada importante de nuestra vida la salud también es un duelo. El cambio de la autoimagen y como cuarto punto, el nuevo relacionamiento que tiene con el mundo, con las personas que ama y con su propio cuerpo".
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Una de las claves para afrontar esta transición es la preparación antes de la cirugía, la cual puede incluir apoyo psicológico y emocional, no solo para la paciente sino también para su círculo cercano.
La experta sugiere que, tras el diagnóstico, se establezca una red de apoyo sólida, la cual puede incluir familiares, amigos y profesionales de la salud mental, que puedan guiar a la persona afectada a conectarse con su nueva realidad en lugar de negarla.
"El acompañamiento terapéutico familiar y social, considerado amoroso y muy receptivo, debe lograr que esta persona se sienta contenida durante el proceso previo a la cirugía y a la intervención, esto es fundamental para la respuesta posterior al proceso", explicó la psicóloga.
Después de la cirugía, el proceso de adaptación varía considerablemente según la personalidad y las circunstancias previas de cada persona.
Algunas mujeres optan por la reconstrucción mamaria, pues sienten que recuperar una parte del cuerpo también les ayuda a restaurar un sentido de feminidad y control sobre su cuerpo. Sin embargo, para otras, la reconstrucción no es una prioridad; consideran que pueden continuar con su vida sin necesidad de intervenciones adicionales.
"El cambio no es tan significativo porque depende de los rasgos y la estructura de la personalidad previa a la condición de diagnóstico de cáncer," explica la Dra. Parada. "Eso no es ni para juzgarlo, ni para señalar lo bueno ni lo malo. Cada uno decide el camino que quiere recorrer para recuperar esa seguridad sobre su propio cuerpo", mencionó.
De la misma forma, explica que "la construcción de la autoestima no solamente tiene que ver con lo físico, tiene que ver con las ideas que las personas se repiten todos los días".
Por esta razón, la psicóloga recomienda cuidar los aspectos emocionales asociados con el apoyo familiar y social, pues, para muchas personas, el apoyo de una red amorosa y receptiva les brinda la seguridad que necesitan para enfrentar los cambios físicos y las ideas que tienen sobre sí mismas.
"Tener una red de amigos y de familia que no juzgue o invalide a la paciente" contribuye a que se sienta segura y comprendida. Este tipo de apoyo, combinado con un proceso terapéutico donde la paciente puede avanzar de forma autónoma, pero guiada, es necesario para sanar y reconstruir su percepción.
"El pilar fundamental en los procesos terapéuticos tiene que ver con el ejercicio de la autonomía, la proyección al futuro, cómo es que volvemos a rehacer un proyecto de vida, cómo fortalecer los vínculos sociales, cómo favorecer el tema de la estructura de la autoestima y la estructura de confianza en el futuro".
Finalmente, la experta en salud mental, comparte una reflexión para familiares y amigos de las personas que están pasando por un proceso de cáncer: es crucial ser conscientes de las cargas emocionales que la paciente lleva y evitar que esta sea quien deba sostener a sus seres queridos en momentos difíciles.
"Es importante tener esa conciencia de que allí la protagonista para la recuperación es la persona que tiene el diagnóstico", advierte. Así, el apoyo debe centrarse en fortalecer a la paciente, ayudándola a superar los desafíos físicos y emocionales del proceso, sin añadirle cargas adicionales.