Precubierta oncológica busca reducir tiempos de espera de hasta cuatro meses en Puerto Rico

Expertos del sector salud alertaron sobre las barreras que enfrentan los pacientes con cáncer en Puerto Rico y presentaron una nueva estrategia para mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno.

Katherine Ardila

    Precubierta oncológica busca reducir tiempos de espera de hasta cuatro meses en Puerto Rico

    El Centro Comprensivo de Cáncer de Puerto Rico reunió a representantes de distintas entidades del sistema de salud en el conversatorio Unidos en la acción: juntos por un futuro libre de cáncer, un espacio orientado a fortalecer la respuesta colectiva frente a esta enfermedad.

    Durante la jornada, se abordaron iniciativas clave para agilizar el acceso a servicios oncológicos y mejorar la experiencia del paciente en el sistema. Entre los puntos destacados estuvo la implementación de una cubierta especial para personas con diagnóstico de cáncer, considerada por varios sectores como un avance significativo en la política pública.

    "Esta cubierta especial viene a tratar de acelerar ese tiempo que sabíamos, por varios estudios previos, que rondaba en Puerto Rico", señaló María Cristy, vicepresidenta de Control de Cáncer de la Sociedad Americana contra el Cáncer, al subrayar el impacto que esta medida puede tener en la vida de los pacientes.

    El tiempo como barrera crítica en el proceso diagnóstico

    Asimismo, Cristy destacó que los patient journeys que evidencian los tiempos de espera y barreras en el acceso al diagnóstico fueron desarrollados antes de la pandemia, aunque no precisó el año exacto. Subrayó que, a pesar del tiempo transcurrido, los obstáculos persisten y pueden incluso haberse intensificado.

    "Tenemos unas navegadoras que indican que este periodo puede ser ahora mucho más largo. Dependiendo del tipo de cáncer, el de pulmón es el que más tiempo toma. Estamos hablando fácilmente de cuatro meses desde la sospecha hasta que el paciente, con el sistema anterior, lograba todos los referidos necesarios para su diagnóstico".

    La creación de una precubierta busca precisamente reducir estos tiempos y mejorar el acceso oportuno al tratamiento. Según explicó, aún se requiere una amplia labor de difusión para que médicos y pacientes comprendan el funcionamiento del nuevo proceso. 

    "Estoy segura de que son más de 160 los casos, porque todavía falta mucha educación al respecto. Esto comenzó en octubre, y esperamos que mientras más se hable del tema, más se eduque al médico primario, que es quien recibe primero al paciente con sospecha, y así estos puedan acceder más rápido a sus tratamientos", afirmó.

    Fragmentación del sistema y obstáculos estructurales

    La vicepresidenta también presentó un resumen del caso de cáncer de pulmón, como ejemplo del tipo de barreras identificadas durante los recorridos del paciente. Entre los principales obstáculos mencionó la fragmentación del sistema de salud, procesos burocráticos complejos, cobertura limitada, escasez de servicios en patología y la intervención de terceros administradores (third-party advisors) que condicionan la autorización de medicamentos, estudios o tratamientos. 

    "Ahora mismo, la cubierta de cáncer de ASES es la más completa que tiene Puerto Rico, y eso lo sabemos. Muchos pacientes tienen que recurrir a ella, y algunos incluso dejan de trabajar para poder cualificar y así costear sus tratamientos", puntualizó.

    El impacto de los patient journeys en la toma de decisiones

    A su vez, la vicepresidenta de Control de Cáncer de la Sociedad Americana contra el Cáncer explicó que los patient journeys compartidos durante el conversatorio fueron clave para evidenciar la necesidad de implementar la precubierta y agilizar los tiempos de respuesta, que podían extenderse hasta cuatro meses. 

    "Solo quería enseñarles esos patient journeys porque fueron instrumentales en el desarrollo de esa precubierta y en mostrar la urgencia de acelerar ese proceso", comentó.

    Cristy también hizo referencia al marco normativo que ha buscado atender las brechas en el acceso a los servicios oncológicos, mencionando leyes como la 2.75 y la Ley 79, esta última diseñada para mejorar las condiciones de oportunidad, cobertura y calidad del tratamiento. 

    "No se trata solo de llegar a tiempo, sino de que el paciente reciba el tratamiento que requiere. Los tratamientos cambian continuamente, y el sistema debe responder a esa realidad", subrayó.

    Al hablar sobre las desigualdades estructurales, fue enfática al señalar que el lugar de residencia no debería condicionar las posibilidades de atención. "Nosotros tenemos un dicho: el código postal determina dónde usted vive, pero no debe determinar si usted vive. Y sabemos que eso es un gran problema tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico", expresó, en alusión a las dificultades que enfrentan los pacientes en zonas rurales.

    Navegadoras: una red de apoyo indispensable

    Asimismo, Cristy reconoció el esfuerzo del equipo de navegadoras de la Sociedad Americana contra el Cáncer, responsables de acompañar a pacientes en situaciones complejas de acceso. 

    "Son solo dos navegadoras que hacen el trabajo de diez. Nuestro centro atiende más de 20,000 llamadas telefónicas, y ellas se encargan de los casos más difíciles. Para que se hagan una idea de lo abrumador que puede ser este trabajo", concluyó.

    Como parte del cierre de su intervención, Cristy subrayó la importancia de fortalecer los programas de navegación como una herramienta clave para mejorar el acceso al diagnóstico y tratamiento del cáncer

    Recordando que la Sociedad Americana contra el Cáncer a nivel nacional de la cual forma parte la filial en Puerto Rico ha identificado este servicio como una posible solución a muchos de los retos que enfrentan los pacientes oncológicos.

    "Ustedes oyeron aquí cuán complicado es todo esto. Imagínese un paciente adulto mayor, sin liderazgo, muchos con dificultad para leer y escribir, tratando de entender estos procesos. La navegación podría ser la respuesta", afirmó.

    Tecnología, formación y coordinación

    También mencionó la existencia de ACS Cares, una plataforma desarrollada por la organización a nivel nacional, que permite la interacción entre pacientes y voluntarios navegadores a través de una aplicación en español, diseñada para brindar orientación durante el proceso clínico.

    En ese mismo sentido, destacó los esfuerzos por certificar y educar navegadores tanto en Estados Unidos como en Puerto Rico, con miras a que, en un futuro, estos profesionales puedan incorporarse formalmente al sistema de salud y facturar sus servicios como parte del modelo de atención.

    Antes de concluir, Cristy llamó la atención sobre una barrera adicional que no había sido mencionada y que, a su juicio, representa uno de los principales retos actuales: la falta de coordinación entre beneficios. 

    "Nosotros le llamamos la descoordinación de beneficios. Es uno de los problemas más grandes que enfrentan los pacientes con cubiertas duales. Quedan atrapados entre un sistema y otro, y las navegadoras se ven con las manos atadas para resolverlo", expresó.



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