Un 50% de las mujeres tienen mamas densas, una condición que puede ocultar tumores en las mamografías y multiplica hasta seis veces el riesgo de cáncer.
Mientras Colombia enfrenta 17.018 nuevos casos de cáncer de mama al año y 4.752 muertes por esta enfermedad, existe un factor de riesgo del que pocas mujeres han oído hablar: la densidad mamaria.
La densidad mamaria se refiere a la proporción de tejido fibroso y glandular en comparación con el tejido graso de las mamas. Es un factor importante porque las mamas densas, que aparecen blancas en la mamografía, pueden hacer que sea más difícil detectar el cáncer, que también se ve blanco.
Esta característica, presente en aproximadamente la mitad de la población femenina, no solo aumenta significativamente la probabilidad de desarrollar la enfermedad, sino que además puede hacer que los tumores pasen desapercibidos en una mamografía convencional.
En el marco del mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, la Clínica del Country y la Clínica La Colina, junto con el Círculo de Mujeres de la Revista Semana Dinero, han lanzado la campaña "Entender el Cáncer de Mama Salva Vidas", poniendo el foco en este factor silencioso que compromete la detección temprana.
"La densidad mamaria es una característica donde un mayor porcentaje del seno está constituido por tejido fibroglandular", explica el Dr. Juan Carlos Velázquez, la Clínica del Country y la Clínica La Colina. El problema es doble: en una mamografía, tanto el tejido denso como un posible tumor aparecen de color blanco, creando un efecto visual que puede ocultar lesiones cancerosas.
Pero hay más, la densidad mamaria no es solo un obstáculo diagnóstico, es un factor de riesgo en sí mismo. "Incrementa entre cuatro y seis veces la probabilidad de desarrollar cáncer de mama en comparación con mujeres de senos no densos", advierte Velázquez.
La razón: hay más tejido susceptible de malignizarse y ese tejido puede producir factores de crecimiento que estimulan el desarrollo de tumores.
El Dr. Carlos Lehmann Mosquera, Jefe de la Unidad de Mama y Tejidos Blandos del Centro Oncológico, identifica una creencia peligrosa que escucha constantemente en su consulta: "Muchas mujeres dicen, 'no, doctor, yo no vine antes porque no me dolía', ante la presencia de un nódulo en su seno. Y es que el cáncer en las fases iniciales no duele".
Para que el cáncer de mama genere dolor, generalmente debe encontrarse en estadios muy avanzados. Las verdaderas señales de alarma incluyen:
Presencia de una masa o nódulo, aunque no duela
Cambios en la piel como enrojecimiento, depresiones o apariencia de "piel de naranja"
Secreción o inversión del pezón
Retracción en la piel al levantar los brazos frente al espejo
¿Qué hacer si una mujer tiene mamas densas? El primer paso es conocer su clasificación. Los radiólogos determinan la densidad mamaria en la mamografía utilizando categorías (A, B, C o D en la clasificación BI-RADS). Si el resultado indica densidad alta (categorías C o D), no hay que alarmarse, pero sí actuar.
"La mamografía sigue siendo el estándar de oro, pero en pacientes con senos densos debemos considerar estudios complementarios", señala el Dr. Velázquez. Entre las tecnologías disponibles destacan:
Tomosíntesis o mamografía 3D: Realiza una reconstrucción tridimensional de la mama, permitiendo analizarla "corte por corte, como si estuviéramos hojeando un libro". Esto mejora la sensibilidad y reduce la necesidad de estudios adicionales.
Ecografía mamaria, mamografía con contraste y resonancia magnética: Herramientas complementarias que permiten superar las limitaciones del enmascaramiento, especialmente en pacientes de alto riesgo.
Aunque tener un familiar de primer grado con cáncer de mama eleva el riesgo en un 50%, existen otros factores modificables:
Estilo de vida: Sobrepeso, sedentarismo, consumo de alcohol y tabaquismo
Factores hormonales: Primera menstruación antes de los 12 años, menopausia después de los 55 o primer embarazo después de los 30 años
Con tasas de supervivencia superiores al 90% cuando se detecta tempranamente, el cáncer de mama es una enfermedad donde el tiempo es determinante. "El llamado es a vencer el miedo. Entender que un diagnóstico temprano cambia radicalmente el pronóstico", enfatiza el Dr. Velázquez.
Las recomendaciones son claras: realizarse el autoexamen regularmente, acudir al tamizaje periódico, conocer el tipo de densidad mamaria personal y dialogar abiertamente con el especialista sobre un plan de seguimiento personalizado.
"En esto consiste nuestra campaña: entender el cáncer salva vidas y ampliar el círculo de información también", concluye Velázquez. Porque cuando se trata de cáncer de mama, la información no solo empodera: puede salvar vidas.