El carcinoma hepatocelular generalmente afecta a las personas con enfermedades hepáticas, especialmente a las personas con hepatitis crónica B o C.
La doctora Mirelis Acosta, hematóloga oncóloga e investigadora del FDI Clinical Research, enfatizó nuevamente en que según los estudios conducidos en cáncer hepatocelular, los ciudadanos puertorriqueños considerados hispanos presentan mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
“Los hispanos poseemos el doble de probabilidades de desarrollar hígado graso que un paciente blanco no hispano. La incidencia es alta porque también nos afecta en mayor medida la diabetes tipo 2, la cirrosis y por ende el cáncer. Lo que sabemos es que en Puerto Rico las estadísticas son similares a Estados Unidos, ocupamos el nivel 8 en hombres y 10 en mujeres”, estableció la también pionera en el estudio de esta enfermedad en Puerto Rico.
De acuerdo a la literatura médica, el cáncer hepatocelular surge como cáncer primario del hígado y se puede deber a cirrosis, hepatitis C o B, uso excesivo de alcohol o condiciones como hígado graso no alcohólico, cuyos casos van en aumento; así como la hepatitis autoinmune, la cual afecta a los hispanos.
“Básicamente el carcinoma celular es el que se forma como un tejido crimalido del hígado y está asociado a la cirrosis hepática, hay varios factores como el alcoholismo, la hepatitis B y C, tenemos la enfermedad de hígado graso que puede llevar a cirrosis, cualquiera de estas enfermedades que lleven a cirrosis pueden conllevar un carcinoma celular”, explicó la Dra. doctora Acosta.
Recordó que la inflamación y fibrosis en el hígado va creando unas mutaciones en el hígado, “como cuando se da un golpe en una área e intenta sanar y de nuevo se a sanar, se convierte en una fibrosis en el hígado que forma el carcinoma, entonces ya tiene dos enfermedades la fibrosis hepática y el cáncer”, explicó.
Síntomas
La mayoría de las personas no tienen signos ni síntomas en las primeras etapas del cáncer primario de hígado. Cuando existen señales y síntomas, estos pueden incluir los siguientes:
*Pérdida de peso espontánea
*Pérdida de apetito
*Dolor en la parte alta del abdomen
*Náuseas y vómitos
*Debilidad y fatiga general
*Hinchazón abdominal
*Decoloración amarillenta de la piel y la parte blanca de los ojos (ictericia)
*Heces blancas o blanquecinas
La especialista destacó que este tipo de cáncer que se disemina al hígado es más común que el cáncer que comienza en las células hepáticas. Este tipo de cáncer lleva el nombre del órgano en el que comenzó, como el cáncer de colon metastásico, para describir el cáncer que comienza en el colon y se disemina al hígado.
Tratamiento
El mejor tratamiento para ti dependerá del tamaño y la ubicación de tu hepatocarcinoma, de lo bien que esté funcionando tu hígado y de tu salud en general.
Dentro de los estudios que ha sido parte la Dra. Acosta, se pudo comprobar que hay resultados más eficaces en los pacientes sometidos a terapia en la que se combinan dos tipos de inmunoterapia. "En este caso, fueron estudiados los resultados de Ipilumumab y Nivolumab", explicó la doctora Acosta quien agregó que buscaban observar la tolerabilidad y seguridad del tratamiento.
Los tratamientos para el hepatocarcinoma incluyen los siguientes:
Cirugía. La cirugía para extirpar el cáncer y un margen de tejido sano que lo rodea puede ser una opción para las personas con cáncer hepático en etapa temprana que tienen una función hepática normal.
Cirugía de trasplante de hígado. La cirugía para extirpar todo el hígado y reemplazarlo con un hígado de un donante puede ser una opción en personas por lo demás sanas cuyo cáncer de hígado no se haya diseminado más allá del hígado.
Destruir las células cancerosas con calor o frío. Los procedimientos de ablación para matar las células cancerosas en el hígado usando calor o frío extremos se pueden recomendar para las personas que no pueden someterse a una cirugía. Estos procedimientos incluyen ablación por radiofrecuencia, crioablación y ablación con alcohol o microondas.
Administrar quimioterapia o radiación directamente a las células cancerosas. Usando un catéter que pasa a través de los vasos sanguíneos hasta el hígado, los médicos pueden administrar medicamentos de quimioterapia (quimioembolización) o pequeñas esferas de vidrio que contienen radiación (radioembolización) directamente a las células cancerosas.
Radioterapia. Se puede recomendar la radioterapia con energía de rayos X o protones si la cirugía no es una opción. Un tipo especializado de radioterapia, llamada radioterapia corporal estereotáctica, consiste en enfocar muchos haces de radiación simultáneamente en un punto del cuerpo.
Terapia con medicamentos con diana específica. Los medicamentos con diana específica atacan debilidades específicas en las células cancerosas y pueden ayudar a retardar la progresión de la enfermedad en personas con cáncer hepático avanzado.
Inmunoterapia. Los medicamentos de inmunoterapia utilizan el sistema inmunitario del cuerpo que combate los gérmenes para atacar las células cancerosas. La inmunoterapia puede ser una opción para tratar el cáncer de hígado avanzado.
Ensayos clínicos. Los ensayos clínicos te dan la oportunidad de probar nuevos tratamientos para el cáncer de hígado. Pregúntale a tu médico si eres elegible para participar en un ensayo clínico.
La investigación comprobó que hay resultados más eficaces en el paciente que es sometido a terapia en la que se combinan dos tipos de inmunoterapia. En este caso, fueron estudiados los resultados de Ipilumumab y Nivolumab, explicó la doctora Acosta. Además, buscaban observar la tolerabilidad y seguridad del tratamiento.