El cáncer de tiroides es el segundo con más prevalencia en la mujer puertorriqueña, es por eso que el sonograma de tiroides o sonografía es indispensable en la detección temprana de esta anomalía oncológica.
César Fuquen Leal
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
El cáncer de tiroides es el segundo con más prevalencia en la mujer puertorriqueña, es por eso que el sonograma de tiroides o sonografía es indispensable en la detección temprana de esta anomalía oncológica. Así lo evidenció en entrevista con la Revista Medicina y Salud Pública (MSP) el Dr. Rafael Molina Dapena, radiólogo y especialista en imágenes corpóreas del Centro De Imágenes del Hospital Comprensivo de Cáncer de Puerto Rico.
“La sonografía de tiroides es la modalidad diagnóstica de elección en la evaluación del cáncer de los nódulos de tiroides. Nos ayuda a caracterizar estos nódulos que son frecuentes en la población. Se estima que entre un 65 y 68 por ciento de las personas tienen estos nódulos en la tiroides que son asintomáticos y no son palpables. Solamente entre el 4 al 7 por ciento de estos nódulos son palpables y la sonografía nos da un detalle exquisito de la glándula. (...) La sonografía tiene la resolución espacial más alta entre medio milímetro y un milímetro, así que el detalle anatómico de la glándula que podemos estudiar es exquisito. Esto nos permite evaluar esos nódulos y ver su apariencia sonográfica, determinar su tamaño y su crecimiento. A base de esos tres factores: su tamaño, su apariencia sonográfica y su crecimiento podemos escoger aquellos nódulos que tienen una probabilidad de ser cánceres, eso lo podemos hacer mediante una biopsia de aspiración por aguja fina, que es el método más certero y fiable que hay para diagnosticar y caracterizar un nódulo de la tiroides”, explicó el Dr. Molina.
En Puerto Rico existe un significativo porcentaje de pacientes de bajos recursos que padecen enfermedades crónicas como el cáncer. Este método es accesible para estas poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.
"Si se compara el precio de una resonancia magnética, que estamos hablando de $800 dólares para arriba, la sonografía es mucho más económica y costo efectiva, puede fluctuar alrededor de los $120 dólares. Por ejemplo, en el Hospital del Centro Comprensivo UPR de Cáncer, aceptamos el plan vital que tiene el gobierno para personas de bajo recursos y otros planes de salud privados. En ese sentido los pacientes tienen acceso a esta modalidad porque los planes lo cubre", dijo el doctor.
Este método trata de una técnica de diagnóstico por imágenes que utiliza los ultrasonidos , transformándolos en un ordenador en imágenes.
“La sonografía no envuelve la radiación ionizante, así que no estamos irradiando la glándula en el momento en que estamos haciendo el estudio y tenemos que tener en cuenta que la radiación al cuello de la glándula de la tiroides es un factor de riesgo para desarrollar cáncer de tiroides. En ese sentido, no es una modalidad de radiación ionizante, usamos ondas de ultrasonido como si fuera un radar de un submarino para hacer un rastreo de la glándula y crear una imagen. De esta manera podemos evaluar la forma, el tamaño y la apariencia sonográfica de la glándula y determinar si tiene algún tipo de crecimiendo, nódulos o apariencia anormal”, ahondó el radiólogo.
“La glándula tiroides por su ubicación anterior a la traquea, la podemos evaluar con la sonografía usando un traductor de alta frecuencia que tiene una alta resolución a pocas profundidades. Hacemos un rastreo completo de la glándula, identificamos su ecotextura y podemos identificar los nódulos sospechosos”, mencionó el galeno.
Según el doctor Molina, la sonografía guía el tratamiento paliativo y permite analizar si los nódulos posiblemente cancerígenos son benignos o malignos.
“-La sonografía- también ayuda a identificar y tratar la metástasis del cáncer de tiroides como es el cáncer papilar a los nódulos linfáticos del cuello. Podemos tratar con ablación de etanol, radiofrecuencia o láser estos nódulos guíados por la sonografía. (...) Cuando nosotros combinamos la sonografía con la biopsia por aspiración de aguja fina, hemos reducido el número de remociones de tiroides o tiroidectomías innecesarias en un 25 por ciento y también hemos reducido el costo de manejar estos nódulos en un 25 por ciento porque esto nos permite decir qué nódulo hay que seguir y cuáles no si no hay nada sospechoso”, precisó el doctor Molina en diálogo con MSP.