Para la especialista, el temor no puede superar las señales visibles al paciente en sus evacuaciones.
La doctora Omayra Reyes, hematóloga oncóloga del sistema de Salud Menonita, expresó su criterio respecto a la importancia de la detección temprana del cáncer colorrectal y los signos diferenciadores que el paciente debe tomar en cuenta.
La especialista precisó que las personas deben observar los cambios en la forma de la excreta, y los cambios en la consistencia, porque aunque muchas personas no toman en cuenta, estos cambios no son positivos. “Cualquier cambio debe ser informado a su médico primario”, dijo.
La incidencia en Puerto Rico, según lo refirió la especialista, es que este cáncer es la tercera causa de diagnóstico de cáncer en hombres y mujeres y tercera por causa de muerte. “Es una enfermedad muy frecuente, por eso estamos promoviendo la atención temprana y las guías cada día son más actualizadas”.
En Puerto Rico se reportan aproximadamente 1500 casos de cáncer de colon anualmente, de los cuales 600 casos mueren por esta condición. Es el segundo cáncer más común tanto en las mujeres como en los hombres en Puerto Rico, según la Coalición de Cáncer Colorrectal de Puerto Rico.
La doctora Reyes dijo que el temor de muchas personas no puede ser superior a las señales, y por ello destacó que “no todos los pólipos tienen la capacidad de convertirse en cáncer, pero cuando el gastroenterólogo los identifica se puede proceder con una biopsia y esta es diagnóstica”.
Por ello, enfatizó en que la colonoscopia se convierte en un tratamiento preventivo, ya que al remover el pólipo se evita que pueda progresar, al tiempo que recomendó que este procedimiento diagnóstico se realice entre 5 y 10 años si el paciente no ha tenido pólipos, pero el tiempo deberá ser menor si ocurre lo contrario.
No descartó otras formas de diagnóstico, las cuales están disponibles y visibles en las guías para especialistas y médicos primarios, “entre las técnicas menos invasivas para prevenir el cáncer de colon, se considera la sangre oculta en excretas. Se recomienda a partir de los 40 años, de manera anual”.
No obstante, la especialista coincide con sus colegas al enfatizar en que la prueba ideal o de preferencia es la colonoscopia porque se obtiene el beneficio tanto diagnóstico como terapéutico.
“La colonoscopía siempre se debe hacer después de los 50 años, aunque las personas jóvenes deben prestar atención a su historia familiar y sus riesgos con respecto a la población en general”, destacó.
Otro aspecto que los pacientes deben tomar en cuenta es la relación genética que sí está relacionada en este tipo de cáncer, donde “si su papá tuvo cáncer de colon a los 50 años, usted debería hacérsela a los 40 años, es decir, 10 años antes que su familiar”.
Agregó que no es solo el factor hereditario, sino la alimentación inadecuada de una dieta baja en fibras, obesidad, consumo del alcohol y el cigarrillo, “llevan a una persona a predisponer más su organismo a este tipo de cáncer”.
Tratamientos
En relación con los tratamientos, la doctora Omayra Reyes precisó que en etapas tempranas los pacientes pueden contar con la cirugía, la cual tiene un éxito importante para la vida del paciente.
“En el caso del ano, es decir, cuando la lesión se ubica en esa zona, lo mejor es la radioterapia. La quimioterapia no es para todas las etapas, solamente se aplica en etapas 3 y 4”, explicó.
La especialista informó que estos protocolos y procedimientos acompañados de inmunoterapia han revolucionado la atención al paciente, y no solo en cáncer colorrectal, sino en todos los tipos.
“La inmunoterapia tiene un mecanismo diferencial, incluso en pacientes en etapas avanzadas, ya que brinda buena respuesta y con buena tolerancia, con menos efectos secundarios”, finalizó.