Muchos estudios se han realizado sobre los factores de riesgo en la ingesta de ultraprocesados, del consumo de bebidas azucaradas, entre otras. Por eso es importante reconocer las señales del cuerpo.
Alimentarse bien, es un tema al que poco se presta atención, salvo cuando el cuerpo empieza a presentar alertas. Una mala alimentación puede ser indicador de que algo está mal en el organismo. El cuerpo normalmente genera signos y señales sobre algo que pueda estar pasando, y si usted no atiende esas señales, pone en riesgo no solo su salud, sino la de sus seres queridos.
La alimentación es, sin duda, uno de los grandes pilares de la buena salud, pero en muchas ocasiones sólo nos interesa cuidarla para perder peso y lucir cuerpos delgados. Se suele pensar que los beneficios de comer de manera saludable se observan después de muchos años de sacrificios y abstinencias, pero no es así. Alimentarse con ultraprocesados, que consideramos deliciosos y rápidos de preparar, puede tener consecuencias mucho más tempranas de lo que habíamos pensado.
De todas formas, estas consecuencias —que actúan como llamadas de atención del cuerpo para que lo tratemos mejor— pasan muchas veces desapercibidas. Seguramente, tú también te hayas acostumbrado a vivir con sueño o con hambre, o todos los días notas tu vientre hinchado. Sin embargo, estos síntomas no deberían normalizarse, sino impulsarnos a tomar cartas en el asunto: empezar a comer más frutas y verduras y menos alimentos industriales o proponernos respetar el tiempo de descanso por las noches.
Los horarios de trabajo y las obligaciones en el hogar son los responsables de que optemos por alimentos más insanos y durmamos poco. Eso sí, encontrar un rato en la semana para cocinar más alimentos frescos merece la pena y sus beneficios son visibles poco tiempo después. Cuando comemos lo necesario, descansamos alrededor de ocho horas, hacemos deporte y mantenemos buenas relaciones sociales, aumenta nuestro bienestar. A continuación, cinco señales del cuerpo que indican que has descuidado tu alimentación.
El cansancio
La comida que ingerimos cumple muchas funciones en el organismo, pero la principal de todas es suministrar la energía necesaria. Por lo tanto, si comemos poco, o alimentos de mala calidad nutricional podemos sentirnos cansados con frecuencia. De hecho, en este artículo de la revista científica Occupational & Environmental Medicine, los autores observaron que la comida basura aumentaba la fatiga en los conductores de camiones, aumentando el riesgo de accidentes de tráfico.
Una de las principales razones por las que la comida basura puede hacernos sentir más cansados es que se trata de una comida baja en vitaminas. Si a menudo usamos las pizzas y otros precocinados, galletas o bollos industriales para el desayuno, es probable que al pasar unos días nos sintamos más cansados. Por esta razón, el consumo de vegetales es importante: en forma de frutas, hortalizas, frutos secos, legumbres…
Los alimentos más perjudiciales para la salud suelen tener en común la escasez o, directamente, falta de fibra alimentaria. Los beneficios de este nutriente en la salud intestinal son de sobra conocidos: aumenta el volumen de las heces y facilita la movilidad del intestino. Pero ¡ojo! porque la fibra está involucrada en otras muchas funciones importantes del organismo y es que su consumo se relaciona con un menor riesgo de enfermedades.
Esto se debe a que la fibra tiene la capacidad de atrapar en el aparato digestivo el exceso de azúcares y grasas, evita que entren en el organismo y, en consecuencia, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por esta razón, acudir al cuarto de baño con regularidad nos da una pista de la cantidad de fibra que comemos y, en consecuencia, de un mejor estado de salud.
Más infecciones
Durante la época de los resfriados es fácil encontrar alimentos en los supermercados que se promocionan como una ayuda para las defensas. Si bien es cierto que algunas vitaminas y minerales se han asociado con un mejor estado de las defensas de nuestro cuerpo, los expertos explican que es más importante tener una dieta saludable en general que comer sólo algunos alimentos con buena fama.
Se ha observado que las personas que se alimentan peor o están malnutridos son más propensos a las infecciones o se recuperan de ellas más lentamente. Uno de los últimos estudios en este sentido se ha realizado en España. El Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid publicó en 2020 un estudio en el que los autores observaron una mayor tasa de mortalidad por covid-19 entre los pacientes malnutridos.
Lamentablemente, la sensación de hinchazón y la inflamación en el intestino es más o menos frecuente en España. No deberíamos tomarlo como un síntoma normal porque en muchos casos puede estar producido por el tipo de alimentación que consumimos: los alimentos industriales, las carnes procesadas o los azucarados. Todos estos productos tienen la capacidad de inflamar nuestro cuerpo, pero son los que contienen grasas saturadas y trans los peores en este sentido.
Por suerte, existen otros alimentos tienen la capacidad de reducir la inflamación y basar nuestra dieta en ellos puede contribuir a reducir estos molestos síntomas. Los alimentos que más nos desinflaman son aquellos ricos en fibra y en vitaminas, es decir, la fruta, las hortalizas, los frutos secos, las legumbres… Pero también lo son las grasas insaturadas y, en especial, el ácido omega-3, presente en los pescados grasos como el salmón y la sardina.
Irritabilidad
Por último, es importante destacar que no sólo es importante permanecer alerta de los síntomas físicos, sino también de nuestro estado de ánimo y emocional. La comida poco saludable tiene el poder de ponernos de mal humor si la comemos durante mucho tiempo.
Aunque muchas personas piensan que un dulce puede levantarles el ánimo en un mal día, lo cierto es que tienen un índice glucémico muy alto y, aunque de primeras pueda producir un subidón de glucosa en sangre, podemos sentirnos cansados e irritables poco después.
Además, la pesadez y la inflamación que pueden causar los alimentos con un alto contenido de grasas saturadas y trans también empeoran nuestro humor. Calmar nuestras emociones con alimentos insanos no resolverá la ansiedad o el aburrimiento, sino que, por el contrario, pueden llegar a intensificarse si aumenta nuestro malestar provocado por la comida basura o los ultraprocesados.
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