Los trabajos de baja actividad física podrían aumentar en un 37% el riesgo de insomnio, según estudio

Aquellos que trabajaban en turnos nocturnos (turnos de noche o rotativos) tenían un 66% más de probabilidades de desarrollar insomnio debido a la alteración de su ritmo circadiano, el reloj biológico natural del cuerpo.

Katherine Ardila

    Los trabajos de baja actividad física podrían aumentar en un 37% el riesgo de insomnio, según estudio

    El estudio publicado en el Journal of Occupational Health Psychology ha revelado una correlación alarmante entre los trabajos sedentarios y el insomnio.

    Según la investigación, las personas que desempeñan tareas laborales predominantemente sedentarias (representando el 80% de la fuerza laboral en los EE.UU.) tienen un 37% más de probabilidades de experimentar síntomas similares al insomnio en comparación con aquellos que tienen trabajos más activos físicamente. 

    El estudio subraya cómo el diseño de los trabajos modernos, especialmente en la era digital, contribuye significativamente a la deterioración de la salud del sueño.

    Factores que afectan la salud del sueño en el trabajo

    La investigación, liderada por la Dra. Claire Smith de la Universidad del Sur de Florida, se basó en datos de más de 1.000 trabajadores recolectados durante un período de 10 años. 

    Los investigadores analizaron diversos factores relacionados con el diseño del trabajo, tales como la cantidad de tecnología utilizada, los niveles de actividad física, los horarios de trabajo y la estructura del día laboral. 

    El estudio reveló que aquellos que trabajaban en turnos nocturnos (turnos de noche o rotativos) tenían un 66% más de probabilidades de desarrollar insomnio debido a la alteración de su ritmo circadiano, el reloj biológico natural del cuerpo. 

    Además, se encontró que las personas que se encontraban en trabajos administrativos se clasificaban más frecuentemente en los grupos de "buenos durmientes" o aquellos con insomnio, mientras que los trabajadores manuales, sometidos a horarios más exigentes, eran más propensos a caer en la categoría de aquellos con patrones de sueño irregulares.

    El insomnio y sus consecuencias a largo plazo

    El insomnio, que afecta la calidad y duración del sueño, no solo perjudica el bienestar inmediato de los empleados, sino que también aumenta el riesgo de desarrollar problemas de salud graves a largo plazo. 

    Según estudios adicionales realizados por el equipo de la Dra. Smith, las personas con insomnio tienen entre un 72% y un 188% más de probabilidades de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos depresivos y fragilidad física. 

    La investigación también indica que el 90% de las personas con insomnio continuaron experimentando estos síntomas hasta una década después, lo que destaca la importancia de abordar este problema en su fase temprana.

    Estudio ofrece nueva perspectiva sobre los problemas del sueño

    El Dr. Luis Buenaver, director del programa de medicina conductual del sueño de la Universidad Johns Hopkins, enfatiza la relevancia de este estudio, que difiere de otros estudios previos sobre el sueño al examinar no solo la cantidad de sueño, sino también diversos factores del entorno laboral que pueden influir directamente en la salud del sueño

    A diferencia de investigaciones anteriores que se centraban en la cantidad y calidad del sueño, el estudio de Smith considera un espectro más amplio de factores que contribuyen al insomnio, lo que proporciona una visión más completa del impacto del trabajo sedentario en el bienestar de los empleados.

    Aunque los investigadores inicialmente pensaron que el aumento en el uso de computadoras y dispositivos electrónicos podría empeorar la salud del sueño debido a la luz azul que emiten, no encontraron una correlación significativa entre el uso de la tecnología y los trastornos del sueño

    Smith sugirió que la eficiencia mejorada gracias a la tecnología podría contrarrestar sus efectos negativos sobre el sueño, lo que sugiere que otros factores, como la falta de movimiento físico y los horarios irregulares, juegan un papel más importante.

    Recomendaciones para mejorar los patrones de sueño

    Si bien cambiar de trabajo no es una opción para la mayoría de las personas, los investigadores sugieren implementar ajustes pequeños y realistas para mejorar la salud del sueño

    La Dra. Smith propone que los trabajadores sedentarios tomen descansos frecuentes para moverse y caminar, incluso durante unos minutos, lo que puede ayudar a reducir la fatiga y mejorar el sueño

    El Dr. Buenaver, por su parte, sugiere utilizar recordatorios para moverse cada hora y aprovechar las escaleras en lugar del ascensor. Estos pequeños ajustes pueden ayudar a aumentar los niveles de actividad física y contribuir a una mayor sensación de cansancio natural al final del día.

    Además, es fundamental establecer límites claros en las horas de trabajo, especialmente para quienes trabajan de noche o en horarios irregulares. Smith también recomienda desconectar los dispositivos electrónicos al menos dos horas antes de dormir, y sugiere que aquellos que no pueden evitar las pantallas utilicen filtros de luz azul para mitigar el impacto en su descanso.

    Para aquellos que trabajan en turnos nocturnos, una estrategia útil es exponerse a la luz durante sus turnos para ajustar sus ritmos circadianos, lo cual puede ayudar a reducir los síntomas de insomnio relacionados con los horarios no convencionales.

    Fuente consultada aquí

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