Electrolitos: qué son, cómo funcionan en tu cuerpo y la forma correcta de reponerlos

Los electrolitos regulan funciones vitales como el volumen sanguíneo, el equilibrio ácido-base, la transmisión nerviosa, la contracción muscular y la presión arterial.

Katherine Ardila

    Electrolitos: qué son, cómo funcionan en tu cuerpo y la forma correcta de reponerlos

    Más allá de la simple hidratación con agua, los electrolitos representan un sistema complejo de regulación corporal que merece especial atención. El Dr. Miguel del Valle Soto, presidente de la Sociedad Española de Medicina del Deporte (SEMED), explica todo sobre estos minerales esenciales.

    Los electrolitos no son simples componentes de las bebidas deportivas, sino verdaderos directores de las funciones corporales. "Son esenciales para el funcionamiento básico de la vida", enfatiza el Dr. Del Valle. Su papel va mucho más allá de lo que imaginamos:

    • Regulación precisa del volumen sanguíneo

    • Mantenimiento del equilibrio ácido-base

    • Transmisión de impulsos nerviosos

    • Contracción muscular coordinada

    • Regulación de la presión arterial

    ¿Qué pasa cuando no tenemos los electrolitos suficientes? 

    La pérdida de electrolitos puede desencadenar una cascada de problemas. Entre las señales de alarma hay que considerar los calambres, la debilidad muscular, la fatiga, las náuseas, los vómitos, las arritmias o la confusión. Pero los efectos pueden ser más profundos:

    • Alteraciones neurológicas: desde mareos hasta convulsiones

    • Problemas cardiovasculares: arritmias potencialmente graves

    • Fallo renal: por desequilibrio en la filtración glomerular

    • Alteraciones metabólicas: que afectan el uso de nutrientes

    Grupos de especial riesgo

    Mientras cualquier persona puede sufrir desequilibrios electrolíticos, algunos grupos son particularmente vulnerables, como los atletas de resistencia como maratonistas o triatletas, trabajadores al aire libre, adultos mayores, pues normalmente son propensos a tener menor percepción de sed y pacientes crónicos, especialmente con enfermedades renales. 

    El experto, en declaraciones para Infosalus, menciona que "la reposición de agua y de electrolitos debe realizarse, principalmente, a través de agua, o en ciertos casos por medio de bebidas deportivas". Pero la estrategia debe ser personalizada:

    • Para ejercicio moderado (<1 hora): agua mineral natural suele ser suficiente

    • Para actividad intensa prolongada: bebidas con 20-30 mEq/L de sodio

    • En condiciones extremas: suplementación específica bajo supervisión

    • La alimentación como fuente natural

    • Los alimentos ofrecen un cóctel electrolítico perfectamente balanceado:

    • Agua de coco: rica en potasio y magnesio

    • Plátanos: excelente fuente de potasio

    • Almendras: alto contenido en magnesio

    • Quesos: combinación ideal de calcio y sodio

    • Espinacas: aportan múltiples electrolitos

    Los peligros de la hidratación mal orientada

    El exceso de agua sin electrolitos puede ser tan peligroso como su carencia. "El efecto negativo más común es la hiponatremia que, en muchas ocasiones, ocurre por una hidratación inadecuada (beber más de la cuenta)", advierte el Dr. Del Valle. Casos extremos pueden llevar a edema cerebral.

    Ahora bien, algunos avances recientes permiten un mejor control, como los wearables que analizan la composición del sudor, Apps que calculan necesidades hídricas personalizadas y Sensores de hidratación en tiempo real.

    La hidratación inteligente en el siglo XXI requiere entender que no se trata solo de beber líquidos, sino de mantener un equilibrio electrolítico preciso. En medicina deportiva, el rendimiento óptimo depende tanto del balance hídrico como del equilibrio electrolítico.

    Más noticias de Nefrología