Un estudio confirma que la vacuna recombinante RZV reduce de manera significativa el riesgo de culebrilla y sus complicaciones, incluso en personas mayores y con sistemas inmunitarios debilitados.
El herpes zóster, conocido comúnmente como culebrilla, es una reactivación del virus de la varicela zóster que causa dolorosas erupciones cutáneas y, en algunos casos, neuralgia posherpética, una complicación que puede generar dolor crónico durante meses o años. El riesgo aumenta con la edad y con la disminución del sistema inmunológico.
Con el objetivo de evaluar la protección que ofrece la vacuna recombinante contra el herpes zóster (RZV), investigadores de la Universidad de Carolina del Norte realizaron una simulación de ensayo clínico a gran escala, utilizando datos de más de 3,4 millones de adultos mayores de 65 años que contaban con cobertura de las partes A, B y D de Medicare entre 2007 y 2019.
Los participantes debían tener al menos seis meses de cobertura médica continua antes de ser incluidos en el análisis, no haber presentado casos previos de herpes zóster desde 2007 y no haber sido vacunados con RZV anteriormente.
El primer análisis comparó la eficacia de una o más dosis de RZV frente a ninguna dosis, arrojando un resultado contundente: la vacuna alcanzó una eficacia del 56,1% (IC del 95%, 53,1% a 59,0%) contra cualquier manifestación de herpes zóster al cabo de un año.
La eficacia fue consistente tanto en personas de 65 a 80 años como en adultos inmunodeprimidos, lo que demuestra que la vacuna es una opción efectiva en poblaciones con mayor riesgo de reactivación viral.
Incluso entre aquellos que habían recibido previamente la vacuna viva (ZVL), la eficacia de la RZV se mantuvo elevada, con un 51,8% de protección, frente al 57,7% en personas sin vacunación previa.
El segundo análisis, con una muestra de 146.296 participantes, comparó la efectividad de dos dosis de RZV frente a una sola dosis.
Los resultados indicaron una eficacia relativa del 67,9% (IC, 64,2% a 71,3%), lo que subraya la importancia de completar el esquema de vacunación para obtener la máxima protección.
Los investigadores destacan que la administración de ambas dosis no solo refuerza la respuesta inmune, sino que también prolonga la duración de la protección frente al herpes zóster y reduce las probabilidades de recurrencia o complicaciones graves.
El equipo de investigación concluye que las personas previamente vacunadas con ZVL deberían revacunarse con el esquema completo de dos dosis de RZV, ya que la nueva vacuna recombinante ofrece una inmunogenicidad más fuerte y prolongada, además de un perfil de seguridad favorable.
Especialistas en inmunología y geriatría han señalado que estos resultados respaldan la necesidad de incorporar la RZV dentro de los programas de vacunación para adultos mayores, especialmente en aquellos con enfermedades crónicas o tratamientos que comprometen su sistema inmunológico.
El estudio, publicado en Annals of Internal Medicine, refuerza la evidencia científica que posiciona a la vacuna recombinante como la alternativa más eficaz y segura para prevenir la culebrilla, una enfermedad cuya incidencia aumenta con el envejecimiento de la población mundial.