Los biomarcadores PRO-BNP y proteína C-reactiva son esenciales para evaluar riesgo cardiovascular en diabetes, una población cuya principal causa de muerte sigue siendo la enfermedad cardiovascular por un proceso acelerado de aterosclerosis.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Diabetes, este 14 de noviembre, la revista Medicina y Salud Pública, conversó en exclusiva con el Dr. Juan Carlos Garnica, uno de los expositores principales del evento "Diabetes, un reto común", un encuentro entre sociedades científicas para la integración de estrategías basadas en evidencias.
Durante la conversación, el endocrinólogo compartió los hallazgos más relevantes de estudios recientes sobre diabetes y su manejo y abordó complicaciones clave en el manejo integral del paciente.
El estudio STEP en falla cardíaca traería nuevas soluciones, según menciona el experto: "Bueno, creo que primero se hizo en una población que vive con diabetes y que hasta hace muchos años no había una opción de tratamiento real para esta población que tiene una fracción de eyección preservada".
La investigación, comenta el endocrinólogo, con semaglutida 2.4 mg demostró una reducción de peso del 10%, además de mejoras sustanciales en la calidad de vida medida mediante el cuestionario de Kansas City.
El médico destacó que "más allá de la reducción de peso, el hecho de que se tenga mejoría clínica, disminución del perímetro de la cintura, mejoría en la hemoglobina glicada, es bastante bueno".
Lo más revelador fue la correlación dosis-respuesta: "cuando se hizo un análisis por subgrupos, es decir, aquellos que perdieron más del 5% del peso corporal, más del 10%, más del 15%, en realidad ese PRO-BNP se ve disminuido en esta población".
Estos hallazgos han sido tan contundentes que ya han influido en las guías de práctica clínica. "De hecho, recientemente se publicaron en las guías de obesidad en donde se debe priorizar el tratamiento con esta opción cuando hay falla cardíaca con fracción de adicción preservada".
Al profundizar en cómo medir el impacto positivo de estas terapias, el especialista identificó biomarcadores específicos. "En términos generales dos, hablamos del PRO-BNP y hablaríamos de la proteína C-reactiva, que es un marcador de inflamación y que correlaciona con el riesgo de desarrollar un proceso de aterosclerosis", señaló.
Este punto es de vital importancia, pues, como advirtió el doctor, "lamentablemente nuestra población que vive con diabetes de lo que muere es de enfermedad cardiovascular, entonces el proceso de aterosclerosis está acelerado y en un contexto de hipertensión, diabetes y dislipidemia aterogénica, el riesgo de mortalidad es muy alto".
La obesidad sarcopénica: un riesgo subestimado en la evaluación del paciente
El experto hizo hincapié en la necesidad de evaluar al paciente de manera integral, yendo más allá del índice de masa corporal. Al referirse al impacto de la obesidad sarcopénica en el riesgo cardiovascular, señaló que "definitivamente creo que el índice de masa corporal, como bien comentas, nos queda de ver. Necesitamos implementar otras estrategias de evaluación".
Una de ellas es la medición de la fuerza muscular, que es factible en la consulta clínica.
"El concepto de obesidad sarcopénica está definido como el contexto del paciente que vive con obesidad, pero que además tiene sarcopenia evaluada por un dinamómetro, que es una prueba para ejercer una fuerza, que es muy sencilla con el dinamómetro, y la otra es una prueba para poder evaluar la fuerza que se tiene en las extremidades, que únicamente tienes que hacer esto y hacer levantamientos durante 30 minutos, y que es muy sencilla en la consulta clínica", detalló.
La identificación de esta condición es vital, pues "el riesgo de la obesidad sarcopénica es mayor riesgo de eventos cardiovasculares, demencia, caídas, realmente es peligroso para la salud".
Para finalizar, el Dr. Garnica destacó el papel del músculo en la salud general del paciente con diabetes.
"El músculo es un órgano fundamental, ¿a qué quiero llegar? Es parte de mantener la homeostasis o el metabolismo de la glucosa, pero también, si un paciente tiene buena masa muscular, el control metabólico, el control del peso resulta ser mucho mejor", afirmó.
Por lo tanto, recalcó que son necesarias las intervenciones dirigidas a preservar y mejorar la masa muscular.
"Regresar a las bases del tratamiento de este grupo de pacientes es fundamental, es decir, una dieta rica en proteína, cuando se permita la función renal, que creo que es muy importante, el ejercicio, el ejercicio de manera universal, tanto aeróbico como de resistencia, es necesario para que el paciente ejercite y tenga su salud muscular importante".
Concluyó alertando que "el hecho de tener una sarcopenia, va a incrementar el riesgo de mortalidad, entonces debemos de trabajar en eso, fomentar una buena alimentación y la actividad física".