Uso crónico de pastillas mentoladas provoca rabdomiólisis y falla renal aguda en adulto mayor

El paciente consumió pastillas de mentol durante dos décadas, desarrollando un síndrome clínico complejo caracterizado por alteración del estado de conciencia, rabdomiólisis severa, insuficiencia renal aguda y lesiones cutáneas extensas.

Laura Guio

    Uso crónico de pastillas mentoladas provoca rabdomiólisis y falla renal aguda en adulto mayor

    Un hombre de 86 años fue llevado al servicio de urgencias tras ser encontrado inconsciente en su domicilio por vecinos. A su llegada, el paciente presentaba un estado confusional agudo sin memoria del evento, acompañado de debilidad generalizada y mialgias difusas. Los antecedentes médicos eran notables por la ausencia completa de seguimiento médico previo y negación de consumo de fármacos prescritos, alcohol o sustancias ilícitas.

    La anamnesis por sistemas reveló síntomas crónicos significativos: pirosis recurrente, úlceras aftosas orales de repetición, episodios intermitentes de diarrea, mareos persistentes e inestabilidad de la marcha.

     El examen físico mostró hipertensión arterial con cifras de 166/94 mmHg y desorientación temporoespacial, aunque el paciente mantenía la capacidad de seguir órdenes simples. 

    El hallazgo dermatológico fue particularmente llamativo, con múltiples lesiones maculares indoloras de uno a tres centímetros de diámetro, cubiertas por costras amarillentas secas distribuidas en frente, cuero cabelludo, tronco y extremidades. El paciente admitió posteriormente que estas lesiones tenían años de evolución.

    Hallazgos de laboratorio y estudios complementarios

    Los análisis iniciales revelaron alteraciones graves multisistémicas. El hemograma mostró leucocitosis marcada con 23,000 células/µL.

     La química sanguínea evidenció hiperpotasemia de 5.5 mmol/L, elevación de creatinina a 2.64 mg/dL con BUN de 42 mg/dL y brecha aniónica aumentada. Las enzimas hepáticas estaban dramáticamente elevadas con AST de 2,423 U/L y ALT de 508 U/L. 

    El hallazgo más significativo fue una creatinina quinasa de 42,000 mg/dL, confirmando rabdomiólisis severa. La bilirrubina total alcanzó 2.1 mg/dL con predominio de fracción indirecta.

    La tomografía computarizada craneal no demostró anomalías estructurales. Los estudios toxicológicos urinarios y niveles séricos de alcohol resultaron negativos. Investigaciones adicionales incluyendo perfil tiroideo, vitamina B12, electroencefalograma, resonancia magnética cerebral, punción lumbar, serología para sífilis y hemocultivos no aportaron datos significativos para el diagnóstico.

    Evolución clínica y descubrimiento diagnóstico

    El paciente fue hospitalizado e iniciado con hidratación intravenosa vigorosa. Aunque las enzimas hepáticas mejoraron progresivamente, atribuibles a la elevación masiva de creatinina quinasa secundaria a rabdomiólisis, la función renal continuó deteriorándose.

     El paciente permaneció oligúrico con orina de coloración marrón oscura, confirmándose necrosis tubular aguda que requirió inicio de hemodiálisis. Se prescribieron inhibidores de bomba de protones para la sintomatología dispéptica con buena respuesta.

    Ante la ausencia de una etiología clara para el coma y la ataxia cerebelosa, se profundizó en la historia clínica con énfasis en hábitos y patrón dietético. El interrogatorio dirigido reveló que el paciente había consumido diariamente dos bolsas completas de pastillas para la tos ricas en mentol durante veinte años consecutivos. Refirió que su motivación principal era controlar la halitosis.

    Cada pastilla contenía aproximadamente 10 mg de mentol, representando una exposición acumulativa sustancial. El paciente negó el consumo de otros medicamentos sin prescripción, suplementos nutricionales o productos herbales.

    Resolución y seguimiento

    Tras la suspensión completa de las pastillas de mentol, el paciente experimentó mejoría clínica gradual. Su función mental se recuperó totalmente durante la hospitalización, aunque persistieron limitaciones funcionales que requirieron rehabilitación fisioterapéutica. La función renal mostró recuperación parcial, pero permaneció dependiente de hemodiálisis al momento del alta hospitalaria.

    El seguimiento ambulatorio a las cuatro, ocho y doce semanas post-alta documentó resolución progresiva de todas las manifestaciones clínicas. Las lesiones dermatológicas desaparecieron completamente, los síntomas gastrointestinales remitieron y la ataxia cerebelosa se resolvió.

     A los seis meses de haber discontinuado el consumo de mentol, el paciente había recuperado completamente su funcionalidad basal, excepto por la dependencia dialítica secundaria al daño renal irreversible.

    Discusión

    Este caso representa, según Motaz Baibars et al., una presentación inusual de toxicidad crónica por mentol con compromiso multiorgánico. Aunque la FDA clasifica al mentol como sustancia con perfil de seguridad favorable, la exposición prolongada a dosis supraterapéuticas puede asociarse con manifestaciones clínicas significativas. 

    La reversibilidad de los síntomas neurológicos, gastrointestinales y dermatológicos tras la suspensión del agente causal refuerza la relación causal, mientras que el daño renal permanente subraya la potencial gravedad de esta intoxicación crónica. 

    Este caso resalta la importancia de considerar intoxicaciones no convencionales en pacientes con síndromes clínicos inexplicados y la necesidad de una anamnesis meticulosa que incluya productos considerados generalmente seguros.


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