Lesión en el pie evoluciona a infección fúngica por Pseudomonas aeruginosa resistente a antifúngicos

El paciente presentaba una infección fúngica primaria por dermatofitos, complicada por una sobreinfección bacteriana por Pseudomonas aeruginosa.

Katherine Ardila

    Lesión en el pie evoluciona a infección fúngica por Pseudomonas aeruginosa resistente a antifúngicos

    Un hombre, corredor de maratones de 50 años acudió a consulta por una lesión en el pie izquierdo de dos meses de evolución. El paciente refiere un progresivo empeoramiento a pesar de haber completado un tratamiento con terbinafina oral y antifúngicos tópicos. 

    Destaca el aumento de supuración y dolor durante las últimas dos semanas, lo que limita su capacidad para caminar. Como dato epidemiológico relevante, el paciente entrena seis días a la semana y no recuerda ningún traumatismo reciente en la zona afectada.

    Al examen físico se observa un paciente en buen estado general. La inspección dermatológica revela placas edematosas con maceración y costras amarillentas en el pie izquierdo, particularmente en los espacios interdigitales y la región plantar. 

    Las uñas presentan distrofia y engrosamiento característicos. Llama la atención la presencia de descamación similar aunque menos severa en el pie contralateral, sugiriendo una infección micótica previa no diagnosticada adecuadamente.

    Estudios complementarios y confirmación diagnóstica

    El estudio microbiológico resulta crucial para el diagnóstico definitivo. La preparación con hidróxido de potasio demuestra la presencia de hifas fúngicas, mientras que el cultivo bacteriano identifica Pseudomonas aeruginosa como patógeno secundario. 

    Esta combinación de hallazgos explica la falta de respuesta al tratamiento antifúngico previo y justifica la necesidad de un abordaje terapéutico combinado.

    La patogénesis de este caso sigue un patrón característico: la infección fúngica primaria por dermatofitos altera la barrera cutánea, creando soluciones de continuidad que facilitan la invasión bacteriana secundaria. 

    Según los autores (Dr. Richard Harold Flowers IV; Dr. Nidhi Kuchimanchi; Dra. Courtney Remington), los factores predisponentes en este paciente son múltiples, destacando la exposición repetida a humedad por la sudoración durante el entrenamiento, el uso de calzado oclusivo y posiblemente microtraumatismos repetitivos.

    La elección de Pseudomonas aeruginosa como patógeno secundario resulta particularmente frecuente en este tipo de presentaciones.

    Manejo terapéutico integral

    El tratamiento requiere un enfoque multimodal que incluye terapia antifúngica sistémica ajustada al dermatofito identificado, junto con antibioticoterapia dirigida contra Pseudomonas según antibiograma. 

    Paralelamente, se implementan medidas locales como cuidados meticulosos de higiene podológica y secado exhaustivo tras la ducha. Las modificaciones conductuales incluyen el uso de calzado ventilado durante actividades cotidianas y la alternancia de calzado deportivo para prevenir recurrencias.

    El pronóstico resulta favorable con la adherencia al tratamiento combinado, aunque existe riesgo significativo de recurrencias dado que los factores predisponentes relacionados con la actividad deportiva del paciente persisten. 

    Se establece un plan de seguimiento dermatológico estrecho con evaluaciones periódicas cada 4 semanas inicialmente. Considerando los antecedentes familiares de diabetes, se recomienda screening metabólico periódico como medida preventiva adicional.

    Conclusiones y recomendaciones

    Este caso ilustra la importancia del diagnóstico microbiológico preciso en infecciones cutáneas resistentes a tratamiento convencional. 

    La educación del paciente sobre medidas preventivas y reconocimiento temprano de síntomas constituye un pilar fundamental del manejo a largo plazo. Para atletas con exposiciones similares, se sugiere la implementación de rutinas profilácticas de cuidado podológico sistemático.



    Más noticias de Casos-Clinicos