Medir los niveles de apolipoproteína B (apoB) en sangre permite una evaluación más precisa y específica del riesgo de enfermedades coronarias que las pruebas tradicionales basadas en colesterol LDL.
Un estudio publicado en el European Heart Journal revela que la medición de apolipoproteínas B (apoB) en sangre, demuestra una evaluación más precisa del riesgo de enfermedades coronarias que los métodos convencionales basados en el colesterol LDL.
La investigación demuestra que el análisis de apoB, proteínas transportadoras del colesterol LDL, proporciona información más específica sobre el riesgo real de formación de placas arteriales.
A diferencia de las pruebas tradicionales que solo miden la cantidad de colesterol, este método evalúa directamente las partículas responsables de depositar grasa en las arterias.
Los niveles superiores a 100 mg/dL de apoB indican un riesgo sustancial de eventos cardíacos, según el estudio que analizó a 200,000 personas durante 15 años.
El equipo de investigación analizó muestras del Biobanco del Reino Unido durante 15 años, descubriendo que la apoB predice eventos cardiacos con mayor precisión que el colesterol LDL.
En aproximadamente uno de cada doce casos, los métodos convencionales subestimaban el riesgo real. Esta mayor sensibilidad es crucial, considerando que entre el 20% y 40% de los primeros eventos coronarios resultan fatales.
El estudio también verificó la importancia de medir la lipoproteína(a), una variante genética del LDL que promueve inflamación arterial y formación de coágulos. Aunque presente en solo el 1% de la población, su detección es fundamental para personas con antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares.
Esta prueba podría incorporarse pronto a los chequeos rutinarios, permitiendo:
- Intervenciones preventivas más tempranas
- Tratamientos personalizados según riesgo real
- Reducción de muertes por eventos cardiovasculares
Los investigadores destacan que, aunque la tecnología para medir apoB existe desde hace tiempo, su adopción generalizada enfrenta la resistencia de paradigmas médicos establecidos durante décadas.