Anticoagulantes reducirían hasta 5 veces el riesgo de infarto y derrame ¿Qué pasa al interrumpirlos?

Suspender la medicación sin indicación médica es altamente riesgoso, pues aumenta significativamente la probabilidad de apoplejía o recurrencia de trombosis, mientras que su uso reduce el riesgo anual de un 5% a cerca de un 1%.

Katherine Ardila

    Anticoagulantes reducirían hasta 5 veces el riesgo de infarto y derrame ¿Qué pasa al interrumpirlos?

    En cardiología, los anticoagulantes son mucho más que medicamentos, son escudos vitales contra eventos que cambian vidas. Según explica el doctor Héctor Martínez, cardiólogo intervencional y director del Mayagüez Medical Center, su función es clave: "para evitar lo que se le conoce como los coágulos, que en términos patológicos es una trombosis".

    Pero, ¿Cómo actúa una trombosis? "Básicamente es una acumulación de plaquetas que al agregarse pueden provocar el cese del flujo de la sangre oxigenada", señala el especialista. Esto desencadena una crisis inmediata en el órgano afectado: "pueden provocar que el órgano o alguna parte del órgano, no funcione como se supone secundario a que tiene una depresión de oxígeno".

    Lo que sigue es una carrera contra el tiempo. Sin oxígeno, el tejido comienza a sufrir. "Por ende, pues, el tejido, en este caso, si hablamos del corazón, se pone isquémico y al ponerse isquémico, puede provocar necrosis, que eso es la muerte del tejido". 

    El resultado son dos de las condiciones más temidas: "Y eso es lo que famosamente se le conoce como un infarto del corazón o puede ser también una apoplejía, que famosamente se le conoce como un derrame, que es cuando no llega suficiente oxígeno al cerebro y específicamente por una causa bien común que es por una trombosis".

    Frente a esta amenaza, qué en mayor parte es silenciosa, los anticoagulantes son la defensa más eficaz. Su misión, según el cardiólogo "es evitar que esto ocurra". No solo es cuestión de solo tratar, sino de prevenir lo que puede evitarse.

    ¿Qué sucede cuando los pacientes deciden dejar sus anticoagulantes sin indicación médica?

    Uno de los desafíos más significativos para los médicos tratantes es combatir la idea de que, al sentirse bien, un paciente puede suspender su medicación. 

    Al respecto, el Dr. Martínez afirma que "los anticoagulantes no se deberían descontinuar nunca a menos de que el paciente tenga un sangrado activo o que tenga problemas de hemoglobina o que se vaya a hacer un procedimiento neuroquirúrgico o un procedimiento ortopédico donde verdaderamente el riesgo de sangramiento sobrepasa el beneficio". 

    La justificación de esta postura se basa en una abrumadora diferencia estadística en el riesgo: "La mayoría de estos pacientes tienen un riesgo aproximado de 5% por año para desarrollar una apoplejía", advierte el cardiólogo, refiriéndose principalmente a pacientes con arritmias como la fibrilación auricular. 

    El poder de la medicación se hace evidente al contrastar estas cifras, ya que "el uso de estos medicamentos pueden disminuir el riesgo de 5% por año a un 1% por año".

    Asimismo, es importante entender que existen pacientes para los cuales la terapia es aún más crítica: "específicamente para condiciones como pacientes que tienen corazón débil, pacientes que han tenido coágulos o trombosis pulmonares, coágulos o trombosis de vena profunda de las piernas, estos son los pacientes que verdaderamente no se debería de tener este medicamento". 

    La decisión de suspenderlos, por lo tanto, nunca debe ser tomada a la ligera o por iniciativa propia, sino que siempre debe ser una evaluación médica que pese el riesgo de sangrado versus el riesgo trombótico.

    Beneficio VS. riesgo de sangrado

    Es natural que exista temor ante la posibilidad de un sangrado. No obstante, el cardiólogo intervencional insiste en que el enfoque debe estar en el balance global del tratamiento. "En mi oficina yo en realidad no discuto mucho el riesgo de que el paciente tiende de sangrar con estos medicamentos porque ya sabemos que el riesgo es mucho menos de 1%, específicamente en pacientes que no tienen factores de riesgo para tener sangramiento". 

    La clave reside en la evidencia que favorece el beneficio. "Claro, nosotros siempre hablamos de que el riesgo de sangrado siempre está ahí, pero el beneficio sobrepasa el riesgo y eso es bien importante porque los pacientes tienen que entender que el riesgo de sangramiento es menos de 1% mientras que el riesgo de tener una apoplejía o una recurrencia de una trombosis de manera profunda es más de un 5%. Por ende, el beneficio siempre va a ser más que el riesgo".

    A partir de su vasta experiencia clínica, el doctor ofrece una perspectiva tranquilizadora: "Yo te puedo decir que a través de los años que yo llevo con estos medicamentos, utilizándolos con mis pacientes en más de 15 años, el riesgo que hemos visto desde el punto de vista del sangramiento, especialmente sangrado fatal, ha sido mínimo".

    Para finalizar, y en el contexto del Mes del Corazón, el Dr. Héctor Martínez dirige un mensaje claro a los pacientes:  "Lo más importante para que los pacientes sean saludables es que nos debemos de informar sobre nuestras condiciones. Mientras el paciente sea más curioso sobre encontrar y hablar sobre su enfermedad, mejor le va al paciente". 

    La comunicación con el médico es fundamental: "Hablen con sus médicos, hagan preguntas a sus médicos sobre por qué estos medicamentos son importantes, por qué los tengo que tomar".

    La terapia anticoagulante, en este sentido, es una herramienta para preservar la independencia y el bienestar, ya que previene eventos "que cambian la vida del paciente. Ya los pacientes se encaman, son dependientes de otros y por ende cambia la vida dramáticamente", concluyó.



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