El uso del CPAP podría prevenir la hipertensión en pacientes con apnea del sueño, revela estudio

Existe una fuerte relación entre la apnea del sueño y la hipertensión, además de vínculos comprobados con enfermedades graves como insuficiencia cardíaca, ictus, cardiopatía isquémica y cáncer.

Katherine Ardila

    El uso del CPAP podría prevenir la hipertensión en pacientes con apnea del sueño, revela estudio

    Un tratamiento común para la apnea obstructiva del sueño (AOS) podría ser la clave para prevenir el desarrollo de hipertensión arterial en pacientes que por ahora tienen una presión normal. Así lo señala una nueva investigación del Hospital Universitari Arnau de Vilanova Santa Maria.

    El estudio, publicado como artículo original en el European Respiratory Journal, se centró en el uso de las máquinas CPAP (Presión Positiva Continua en la Vía Aérea). Este dispositivo genera aire a presión que se transmite de forma continua a la vía aérea a través de una mascarilla.

    La investigación contó con 60 voluntarios, con una edad media de 52 años, presión arterial normal y diagnosticados con AOS grave. Durante tres meses, se monitorizó su adherencia al tratamiento.

    Los resultados fueron claros: los pacientes que utilizaron el dispositivo CPAP durante 4 o más horas por noche mostraron una protección frente al aumento de la tensión arterial. En contraste, aquellos que no usaron consistentemente la máquina tendieron a presentar una presión arterial significativamente más alta.

    Una relación peligrosa y muy frecuente

    Los hallazgos adquieren mayor relevancia al considerar la estrecha relación entre la apnea del sueño y la hipertensión. Eusebi Chiner, neumólogo lo explica: “Que la mitad de los pacientes con apnea del sueño son hipertensos y el 40% de los hipertensos roncadores padecen a su vez apnea del sueño”.

    Chiner añade que “la consecuencia más evidente y conocida de la apnea del sueño es la falta de descanso nocturno que provoca somnolencia diurna aumentado la probabilidad de sufrir o provocar accidentes de tráfico o laborales, y que, además, investigaciones recientes demuestran una importante relación entre la apnea del sueño y otras patologías más graves como hipertensión, la insuficiencia cardiaca, el ictus, la cardiopatía isquémica y el cáncer”.

    Una enfermedad en aumento y con amplias consecuencias

    La apnea obstructiva del sueño es un problema de salud pública con un diagnóstico que crece entre un 8% y un 10% cada año. Esta enfermedad, además de estar infradiagnosticada, tiene un impacto profundo en la calidad de vida y la salud general.

    La AOS causa, entre otras cosas, disminución de oxígeno en sangre, cambios en la presión torácica y microdespertares. Estas alteraciones derivan en somnolencia diurna, trastornos cognitivos y un mayor riesgo de problemas cardiovasculares, metabólicos e inflamatorios.

    Para Ferran Barbé, neumólogo, miembro de Separ e investigador de este estudio, “este nuevo estudio revela una vía para mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes que sufren AOS. Asimismo, muestra cómo la implicación del paciente y su compromiso con su propia salud son fundamentales para tratar la AOS y prevenir otras secuelas, como la hipertensión arterial, que puede derivar en eventos cardíacos graves”.

    Barbé también destacó que en España se realiza una medicina y una investigación médica pionera en el mundo en el ámbito de los trastornos respiratorios del sueño.

    Compromiso institucional frente a los trastornos del sueño

    La relevancia de estas patologías ha llevado a la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) a dedicar su Año 2025-2026 a los Trastornos Respiratorios del Sueño. La iniciativa busca concienciar y transformar cómo se perciben estas enfermedades, tanto por el personal sanitario como por la sociedad en general, dada su alta prevalencia y el gran impacto personal, social y económico que generan.



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