Shock anafiláctico, la manifestación más grave de una reacción alérgica: ¿Cómo identificarlo y actuar?

El tratamiento de primera línea es la adrenalina inyectable, idealmente aplicada en los primeros minutos del shock.

Katherine Ardila

    Shock anafiláctico, la manifestación más grave de una reacción alérgica: ¿Cómo identificarlo y actuar?

    Pocas condiciones generan tanta urgencia como el shock anafiláctico. Este cuadro, considerado la forma más severa de reacción alérgica, se vive como una verdadera carrera contra el tiempo para los profesionales de la salud y los pacientes. 

    El doctor Jaime Ocampo Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de Alergia, Asma e Inmunología, explica que: "El shock anafiláctico es la manifestación más grave que hay de una reacción alérgica".  

    Este proceso comienza cuando el sistema inmunológico identifica erróneamente sustancias comunes como amenazas, desatando un conjunto de síntomas que pueden escalar rápidamente. 

    "Ese sistema inmunológico se trata de defender, y al defenderse genera una serie de cambios en el cuerpo que conllevan a una reacción alérgica", añade el experto.  

    Síntomas de un shock anafiláctico

    La progresión de los síntomas es un patrón característico que los médicos buscan identificar con prontitud. Inicialmente, el paciente puede presentar manifestaciones cutáneas como urticaria o hinchazón, pero el cuadro puede agravarse en cuestión de minutos. 

    "Eso puede progresar y hacerse mucho más grave, podemos tener compromiso de la piel, del sistema respiratorio con dificultad para respirar, tos, asfixia, silbidos en el pecho", describe el doctor Ocampo.  

    Lo que hace peligroso este proceso es su capacidad para afectar múltiples sistemas simultáneamente. "Cuando yo tengo compromiso de dos o más sistemas de órganos, es decir, piel y respiratorio, o piel y cardiovascular, o piel y digestivo, ahí hablo de un shock anafiláctico", precisa el especialista. 

    En sus formas más severas, puede provocar "caída de la presión arterial, síncope que es la pérdida de conocimiento, pérdida de control de esfínteres, compromiso del sistema neurológico e infarto", llegando incluso a ser mortal si no se interviene a tiempo.  

    Frecuencia y grupos de riesgo  

    Aunque no es una condición cotidiana, su incidencia resulta significativa en poblaciones específicas. El doctor Ocampo menciona que: "La alergia alimentaria, por ejemplo, afecta a 2 de cada 100 niños", y de estos, "alrededor del 30% pueden tener anafilaxia". 

    Asimismo, los contextos médicos también presentan riesgos, pues "la alergia medicamentos también es frecuente y en cirugías, en el proceso anestésico, se pueden presentar unas reacciones de choque anafiláctico que pueden estar dadas por antibióticos, por relajantes musculares o por el mismo látex".  

    El desafío diagnóstico  

    Ahora bien, para confirmar un caso de anafilaxia se requiere una meticulosa recolección de información: "La herramienta fundamental para diagnosticar un choque anafiláctico es la historia clínica", afirma el alergólogo, recalcando la importancia de documentar "qué fue lo que pasó el antes, durante y después de la potencial reacción alérgica". 

    No obstante, entre los exámenes complementarios, la triptasa sérica es crucial, aunque su disponibilidad es limitada. "Ese examen se tiene que tomar en el marco de tiempo de 30 a 120 minutos después de presentado el episodio", explica, añadiendo que muchos centros deben enviar las muestras a laboratorios de referencia.  

    Adrenalina autoinyectable: el tratamiento que puede salvarlo en el shock anafiláctico  

    Frente a esta emergencia, el protocolo de acción debe ser en el menor tiempo posible. "El tratamiento de elección, la primera línea y el más importante es la adrenalina", afirma el doctor Ocampo. 

    La aplicación debe ser "en el muslo, en el tercio distal, en la cara lateral", con dosis precisas según edad y peso. Sin embargo, "en Colombia, hasta el momento, no existe el medicamento en una preparación que es autoinyectable", lo que obliga a alternativas menos prácticas como ampollas y jeringas convencionales.  

    Finalmente, el doctor Jaime aclara que "afortunadamente hay algunos shock anafilácticos que el cuerpo logra compensar por sí mismo y a veces sin necesidad de medicamento". No obstante, advierte que "algunas personas experimentan síntomas similares a un shock anafiláctico pero como finalmente se le quitó no consultan, no buscan ayuda".

    Concluye que "aunque los síntomas parezcan mejorar espontáneamente, deben buscar evaluación especializada inmediatamente, porque la próxima exposición podría ser fatal". 



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