Fiebre prolongada, pérdida del olfato, dolor facial o congestión en un solo lado pueden indicar condiciones serias como sinusitis crónica o pólipos nasales.

La congestión nasal permanente suele ser más que una simple molestia pasajera. Esta condición, caracterizada por la inflamación prolongada de los tejidos internos de la nariz, puede alterar el descanso nocturno, la capacidad respiratoria adecuada, la concentración durante el día e incluso los hábitos alimenticios.
Cuando la obstrucción nasal se mantiene de forma continua, especialistas advierten que estamos ante una señal que merece evaluación médica, pues indica que algún factor está afectando el sistema respiratorio de manera persistente.
El proceso fisiológico detrás de la congestión nasal implica la inflamación de la mucosa nasal y con frecuencia se asocia con un aumento en la producción de mucosidad.
Si bien esta respuesta inflamatoria puede ser temporal en casos de resfriados comunes, su persistencia convierte a la congestión en un indicador de posibles problemas respiratorios que requieren atención.
La obstrucción nasal crónica no debe considerarse un estado normal, sino más bien una condición que merece diagnóstico y tratamiento adecuados.
Diversas condiciones médicas pueden explicar por qué la congestión nasal se mantiene de forma continua.
El abordaje terapéutico de la congestión nasal crónica debe centrarse en el tratamiento de la causa subyacente, ya que las soluciones temporales no resuelven el problema de fondo.
Ignorar la obstrucción nasal persistente puede predisponer a complicaciones como sinusitis recurrentes o apnea del sueño, condiciones que impactan significativamente la calidad de vida. Se recomienda consultar con un profesional de la salud cuando la congestión supera los diez días de evolución, cuando se presenta fiebre prolongada, sangrado nasal habitual, dolor facial intenso, pérdida del olfato o cuando la obstrucción se localiza exclusivamente en un lado de la nariz.
Estos signos de alerta pueden indicar condiciones como sinusitis crónica, pólipos nasales o infecciones que requieren evaluación y tratamiento específicos.
La identificación temprana y el manejo adecuado de las causas subyacentes de la congestión nasal persistente resultan fundamentales para restaurar la función respiratoria normal y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por esta condición.
La consulta con especialistas en otorrinolaringología o alergología permite establecer diagnósticos precisos e implementar estrategias terapéuticas efectivas adaptadas a cada caso particular.