Se encontraron hasta nueve tipos de polímeros —incluyendo PET, poliestireno y teflón— en más de la mitad de las muestras analizadas.
Investigadores españoles han detectado la presencia de microplásticos en fluidos reproductivos humanos, específicamente en el plasma seminal y el fluido folicular ovárico.
Este descubrimiento, presentado en la reunión anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE) en París, revela que estas partículas, consecuencia de décadas de contaminación plástica, han llegado incluso a los sistemas reproductores.
El estudio, liderado por Emilio Gómez Sánchez de Next Fertility Murcia y la Universidad de Murcia, analizó muestras de 22 donantes de semen y 29 mujeres en tratamiento de fertilidad. Los resultados mostraron microplásticos en el 69% de las muestras de fluido folicular (donde se desarrollan los ovocitos) y en el 55% del plasma seminal.
"Las mujeres en fecundación in vitro reciben un tratamiento hormonal que aumenta la vascularización de los ovarios, lo que podría facilitar la llegada de estas partículas a través del torrente sanguíneo", explicó Gómez.
El equipo de Pilar Viñas, catedrática de química analítica de la Universidad de Murcia, identificó hasta nueve tipos de plásticos, incluyendo politetrafluoroetileno (PTFE), poliestireno (PS) y tereftalato de polietileno (PET).
"La concentración era muy baja, pero en una muestra llegamos a encontrar 38 partículas de teflón", detalló Viñas. El tamaño mínimo detectado fue de 20 micras, pero los nanoplásticos, aún más pequeños, siguen siendo un misterio.
Aunque no se observaron alteraciones en la motilidad de los espermatozoides o la viabilidad de los ovocitos, Gómez advierte que los microplásticos podrían tener efectos inflamatorios u oxidativos.
"En estudios con animales, se ha visto que afectan la producción de óvulos y la movilidad espermática, pero en humanos aún no hay certezas", señaló. Niels Christian Geelmuyden, autor de Espermageddon, recoge investigaciones que vinculan estos contaminantes con problemas reproductivos en especies marinas, pero falta evidencia en humanos.
Fay Couceiro, experta en microplásticos de la Universidad de Portsmouth, destacó la relevancia del hallazgo: "Considerando la reducción global de fertilidad, estudiar estas causas es urgente".
Sin embargo, recordó que "presencia no es igual a impacto". Stephanie Wright, toxicóloga del Imperial College, sugirió cautela: "Los microplásticos están incluso en los laboratorios, podrían contaminar las muestras". No obstante, los investigadores descartaron esta posibilidad al analizar los contenedores de las muestras, que resultaron libres de plásticos.
Estas partículas ya se han encontrado en la leche materna, arterias y el cerebro, asociándose con riesgos cardiovasculares. "Podrían dañar el ADN, pero desconocemos sus efectos a largo plazo", admitió Gómez.
Con la fertilidad humana en declive y los plásticos invadiendo cada rincón del cuerpo, los científicos insisten en ampliar la investigación para entender sus consecuencias reales.