Revelan que el sobretrabajo se ha convertido en la primera enfermedad profesional del mundo, mientras algunos países avanzan hacia semanas laborales más largas.
El debate sobre la semana laboral de cuatro días parece estar tomando un rumbo inesperado. Mientras algunos países exploran reducir las horas de trabajo, otros van en dirección contraria. Grecia aprobó en julio de 2024 una ley que permite semanas laborales de seis días para ciertas empresas, y algunas tecnológicas exigen esta modalidad a sus ejecutivos.
Sin embargo, los datos científicos son contundentes sobre las consecuencias de trabajar en exceso. Según un informe conjunto de la OMS y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 2021, señala que trabajar más de 55 horas semanales fue responsable de 745.000 muertes por accidente cerebrovascular y enfermedad cardíaca en 2016, un aumento del 29% desde el año 2000.
"Hay datos suficientes para demostrar que el exceso de trabajo es la primera enfermedad profesional del mundo", asegura Alexis Descatha, investigador del Hospital y Universidad de Angers-Inserm en Francia. Los estudios revelan que incluso la tradicional semana de 40 horas puede no ser tan saludable como se creía.
Los efectos del exceso de trabajo se manifiestan tanto directa como indirectamente. El estrés crónico mantiene el cuerpo en estado de alerta constante, elevando los niveles de cortisol y afectando el azúcar en sangre y el sistema inmunitario.
A largo plazo, esto puede derivar en hipertensión, dolores de cabeza, ansiedad, depresión, problemas digestivos, enfermedades cardíacas, infartos, derrames cerebrales y trastornos del sueño.
Para los trabajadores de oficina, que según la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos pasan sentados un promedio de 3.6 horas diarias (cifra que puede alcanzar las 8-10 horas para oficinistas), los riesgos se multiplican. Pasar largas horas sentado aumenta el riesgo de desarrollar hipertensión arterial y diabetes tipo 2.
Aidan Buffey, investigador de la Universidad de Limerick en Irlanda, señala que el punto crítico se sitúa en torno a las ocho o diez horas diarias de sedentarismo, mientras que superar las once horas conlleva un riesgo mucho mayor de problemas de salud.
Curiosamente, para los trabajadores manuales el aumento de actividad física puede ser contraproducente. Este fenómeno, conocido como "paradoja de la actividad física", muestra que mientras el ejercicio en tiempo libre protege contra enfermedades cardiovasculares, la actividad física intensa en el trabajo aumenta el riesgo cardiovascular.
La diferencia radica en que los trabajadores no controlan la duración e intensidad de su actividad laboral, a diferencia de lo que ocurre con los deportistas de élite, quienes priorizan descanso, recuperación y nutrición.
Los efectos negativos del sobretrabajo no se manifiestan inmediatamente. Grace Sembajwe, investigadora de la Universidad de Indiana, señala que "diez años parece ser el punto en el que realmente se observa un aumento" de los efectos acumulativos.
La mayoría de las muertes relacionadas con exceso de trabajo registradas por la OMS y la OIT ocurrieron en personas mayores de 60 años que habían trabajado 55 horas o más cuando eran jóvenes.
Las condiciones laborales pueden marcar la diferencia. Los trabajadores con mayor control sobre su entorno laboral experimentan menos estrés y mejores resultados de salud. La flexibilidad horaria, que permite ajustar el trabajo a las demandas de la vida personal, se correlaciona negativamente con la depresión y ansiedad.
Algunos países ya implementan alternativas más saludables. Islandia ha logrado que el 86% de sus trabajadores tengan una semana laboral de cuatro días, mientras que Dinamarca mantiene una semana oficial de 37 horas con cinco semanas de vacaciones obligatorias anuales.
Los estudios demuestran que la reducción de la semana laboral mejora la calidad de vida, el sueño y reduce el estrés, sugiriendo que cuando se trata de "trabajar para vivir, en lugar de vivir para trabajar", todos podemos beneficiarnos de una semana laboral más corta y flexible.