Entre el 20% y el 30% de las mujeres tardan más de un año en buscar asistencia médica ante los primeros síntomas de enfermedades como alergias, problemas de salud mental, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Una reciente encuesta revela que el 57% de las mujeres en España considera que no recibe los mismos esfuerzos diagnósticos y terapéuticos que los hombres ante una misma enfermedad. Este estudio, encargado por Organon y dirigido por la Dra. María Teresa Ruiz Cantero, catedrática de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Alicante, pone de manifiesto preocupantes disparidades en el tratamiento sanitario basado en el género.
La encuesta, que recoge las opiniones de 1.504 mujeres españolas, indica que entre el 20% y el 30% de las mujeres tardan más de un año en buscar asistencia médica ante los primeros síntomas de patologías como alergias, problemas de salud mental, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Además, tres de cada cuatro mujeres acuden solas a las consultas médicas, lo que refleja una preocupante soledad en la atención sanitaria femenina.
En cuanto a la frecuencia de visitas a centros sanitarios, el 58% de las mujeres acude al médico al menos una vez al año, y el 33% lo hace cuando lo necesita. Más del 80% de las encuestadas optan por centros de atención primaria. La Dra. Ruiz destacó que "un aspecto importante revelado por la encuesta fue el tiempo que las mujeres tardan en buscar asistencia ante los primeros síntomas de patologías prevalentes: entre el 20% y el 30% tardan más de un año".
La Dra. Ruiz apuntó que estos resultados coinciden con la última Encuesta Nacional de Salud, donde el 70% de las mujeres califican su nivel de salud como bueno o muy bueno. Sin embargo, este dato es independiente de tener o no una enfermedad, pues el 57% de las encuestadas afirmó no estar enferma o padecer un problema de salud. En cuanto al tipo de centro sanitario que frecuentan, más de un 80% opta por un centro de atención primaria, lo que destaca la importancia de estos centros en la atención sanitaria femenina.
La encuesta también analiza el impacto de diversas patologías en la calidad de vida de las mujeres. Las enfermedades que mayor impacto tienen son la depresión (8,2 puntos sobre 10), la migraña (7,5), las alergias (6,46) y el síndrome metabólico (5,93), que incluye diabetes, hipertensión, obesidad e hipercolesterolemia. Estas patologías no solo afectan la salud física de las mujeres, sino también su bienestar emocional y calidad de vida en general.
La Dra. Ruiz señaló la falta de concientización sobre las enfermedades cardiovasculares en las mujeres y subrayó la importancia de identificar tempranamente sus síntomas. "La prevención terciaria, que implica el control de las patologías crónicas mediante la educación y el cambio de conductas, no está implementada de forma sistemática en el sector sanitario", comentó. Este retraso en la búsqueda de atención médica puede tener consecuencias graves para la salud de las mujeres, especialmente en el caso de enfermedades crónicas y potencialmente mortales.
Un dato alarmante es que el 57% de las encuestadas considera que las mujeres no son escuchadas ni reciben los mismos esfuerzos diagnósticos y terapéuticos que los hombres. La Dra. Ruiz afirmó que "en múltiples enfermedades se producen sesgos de género en la atención sanitaria, lo que da lugar a demoras y errores diagnósticos más frecuentes en mujeres". Estos sesgos pueden tener un impacto significativo en la efectividad del tratamiento y la recuperación de las pacientes.
La encuesta también revela que más del 75% de las mujeres acuden solas a recibir atención sanitaria, especialmente en el rango de edad de 36 a 65 años, que son las principales cuidadoras de salud de sus familiares. La Dra. Ruiz enfatizó que "esto es sumamente paradójico, ya que estas mujeres son las principales cuidadoras de sus familiares y allegados". La soledad en la atención sanitaria puede aumentar el estrés y la ansiedad de las pacientes, afectando negativamente su experiencia y percepción de la calidad del cuidado recibido.
La encuesta destaca que el 36% de las mujeres experimentan sangrado abundante y dolor menstrual, y aunque suelen tomar medicación para el dolor, el 74% no acude al médico por esta causa.
Este dato es preocupante, ya que sugiere que muchas mujeres están manejando problemas de salud reproductiva de manera independiente, sin el apoyo adecuado de profesionales de la salud. En cuanto a la menopausia, el 43% del total de las encuestadas reporta síntomas como cambios en la apariencia física, empeoramiento de la calidad del sueño e inapetencia sexual. Sin embargo, el 72% asegura no sentir tristeza por haber dejado atrás la etapa fértil.
La Dra. Ruiz hizo hincapié en la importancia de una mayor capacitación de los profesionales de la salud para abordar estas disparidades. "Se necesita mucha formación en el grado de medicina para que los futuros profesionales conozcan las diferencias biológicas por sexo, así como las distintas formas de presentación clínica en función del mismo", comentó. Este enfoque, conocido como metacognición, se aplica ya en la Universidad de Harvard para prevenir sesgos cognitivos inconscientes durante la consulta médica.
Además de la formación de los profesionales de la salud, la Dra. Ruiz señaló que la divulgación científica en medios de comunicación y en instituciones sanitarias es crucial para aumentar la concienciación y reducir estas desigualdades. "La divulgación científica en los medios de comunicación y las instituciones sanitarias, sociales y los organismos de igualdad dirigidos a la población, es otra estrategia importante a adoptar", concluyó. Informar a la población sobre las diferencias de género en la salud y las formas de mitigarlas puede empoderar a las mujeres y mejorar su acceso a una atención médica de calidad.
Los resultados de esta encuesta evidencian la necesidad de abordar las disparidades de género en la atención sanitaria y mejorar la concientización y educación sobre la salud femenina. La Dra. Ruiz concluyó que "es fundamental implementar estrategias sanitarias y educativas que apoyen y acompañen a las mujeres en el cuidado de su salud, reduciendo las desigualdades de género que afectan su bienestar".
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