Tricotilomanía: ¿De qué trata el trastorno que lleva a arrancarse el cabello?

Los síntomas de la tricotilomanía suelen ser crónicos, con períodos de aumento y disminución si no se trata adecuadamente.

Mariana Mestizo Hernández

    Tricotilomanía: ¿De qué trata el trastorno que lleva a arrancarse el cabello?

    Los pacientes que sufren de tricotilomanía tienen la tendencia a arrancarse repetidamente el cabello, y esto no se debe a razones estéticas. Comúnmente, el cabello del cuero cabelludo, cejas y/o párpados son los objetivos principales, aunque cualquier vello corporal puede ser arrancado. Los sitios de donde se extrae el cabello pueden variar con el tiempo.

    En algunos casos, esta conducta se realiza de forma automática, es decir, sin plena consciencia; mientras que otros pacientes son más conscientes de su comportamiento. El acto de arrancarse el cabello no está impulsado por obsesiones o preocupaciones acerca de la apariencia, como ocurre en el trastorno dismórfico corporal. 

    Se puede generar por tensión o ansiedad

    Sin embargo, suele estar precedido por una sensación de tensión o ansiedad que se alivia al llevar a cabo esta acción, generando una sensación placentera. A pesar de los intentos por dejar de arrancarse el cabello o reducir la frecuencia, los pacientes con este trastorno encuentran dificultades para hacerlo.

    Existe una mayor incidencia en mujeres

    La tricotilomanía generalmente se inicia justo antes o después de la pubertad, y en algún momento, afecta aproximadamente al 1-2% de la población. Se destaca que alrededor del 80-90% de los adultos que padecen este trastorno son mujeres.

    Los síntomas varían de un paciente a otro

    Los síntomas de la tricotilomanía suelen ser crónicos, con períodos de aumento y disminución si no se trata adecuadamente. Los patrones de pérdida del cabello pueden variar de un paciente a otro, algunos pueden presentar áreas de alopecia total o falta de pestañas y/o cejas, mientras que otros simplemente tienen una disminución de cabello.

    Además del arrancamiento de cabello, esta condición puede estar acompañada de otros comportamientos repetitivos o rituales, como buscar meticulosamente un tipo específico de pelo para arrancar, enrollar el cabello entre los dedos, pasar mechas entre los dientes o morder el cabello una vez arrancado. 

    Además, algunos pacientes pueden desarrollar la conducta de arrancar pelos de otras personas o de animales, o incluso sacar hilos de telas fibrosas, como ropa o mantas. Asimismo, la mayoría de los pacientes con tricotilomanía también presentan otras conductas repetitivas focalizadas en el cuerpo, como pellizcar la piel o morderse las uñas. Es común que muchos de ellos también tengan trastorno depresivo mayor.

    Posibles complicaciones

    Ahora bien, hay pacientes que llegan a tragar el cabello, lo que puede llevar a la formación de tricobezoares (colecciones muy apretadas de cabello tragado que no pueden salir del estómago), requiriendo en ocasiones su extirpación quirúrgica.

    Diagnóstico

    Cuando una persona se presenta con pérdida de cabello, el médico llevará a cabo un examen físico para evaluar la piel, cabello y cuero cabelludo. En algunos casos, puede ser necesario realizar una biopsia, para ayudar a identificar posibles causas subyacentes de la pérdida de cabello, como infecciones del cuero cabelludo u otras condiciones que podrían explicar este problema.

    Tratamiento

    El tratamiento de la tricotilomanía puede involucrar diferentes enfoques terapéuticos. Algunas opciones incluyen:

    Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o clomipramina: Beneficiosos, especialmente con trastornos de ansiedad y depresión coexistentes.

    N-acetilcisteína: Eficaz en adultos en algunos estudios, resultados mixtos en niños.

    Olanzapina: Limitadas pruebas de eficacia, riesgos deben ser evaluados.

    Terapia cognitivo-conductual: Enfoque terapéutico recomendado, incluye entrenamiento para revertir hábitos, control del estímulo y respuesta competitiva. Cabe resaltar que debe ser individualizado para cada paciente.

     

    Fuente consultada aquí.

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