Esquizofrenia: diferenciación del trastorno ante otras condiciones psiquiátricas

La esquizofrenia es una condición que debe ser diagnosticada teniendo en cuenta el impacto biopsicosocial.

María Camila Sánchez

    Esquizofrenia: diferenciación del trastorno ante otras condiciones psiquiátricas

    Desafortunadamente, los pacientes de esquizofrenia aún son blanco de muchos estigmas sociales causados por el mal manejo de la información relacionada con esta enfermedad, generando no solo mitos en torno a esta condición, sino también confusión con otras enfermedades o conductas erráticas.

    En exclusiva para la Revista de Medicina y Salud Pública, el doctor Joalex Antongiorgi, médico psiquiatra de niños, adolescentes y catedrático del recinto de ciencias médicas (RCM), explicó que el cuadro clínico de otras alteraciones neurológicas como la presencia de un tumor o condiciones como la demencia o la depresión pueden ser similares a las primeras señales de alerta de la esquizofrenia, de ahí la importancia de realizar un diagnóstico diferencial que permita descartar otras patologías.

    Un factor adicional que puede ser confundido, es el uso desmedido de sustancias psicoactivas cuyos efectos suelen tener alta similitud con los síntomas de la esquizofrenia, como episodios de psicosis menor, paranoia, conductas desorganizadas, entre otros.

    Sin embargo, para poder hacer frente a esta enfermedad debemos entender que es una condición crónica que afecta la forma en que una persona siente, piensa y se comporta: “Esta persona está padeciendo de un trastorno en el cual su realidad se ve alterada, y las conductas pueden ser mayormente destructivas”, aclaró el especialista.

    Desafortunadamente, y a diferencia de otras enfermedades, las primeras señales de esta condición no son tan claras como para poder detectarla antes de que se manifieste para así iniciar un tratamiento de prevención, no; es una patología multifactorial que puede ser causada por factores genéticos, uso de sustancias psicoactivas o circunstancias causantes de estrés.

    “Lo vemos desde un aspecto biopsicosocial, es decir, de lo biológico, lo psicológico y lo social y que todos estos factores pudieran empeorar el deterioro y la condición como tal”, agregó el Dr. Antongiorgi.

    Diagnóstico de esquizofrenia

    Distinto a lo que se cree, el diagnóstico de esta condición requiere que se cumplan características muy específicas, además de los estudios correspondientes y se deben descartar trastornos neurocognitivos o lesiones cerebrales que podrían, también, alterar los sentidos del paciente.

    Adicional a esto, los especialistas deben identificar un patrón sintomatológico de seis meses para que el paciente sea diagnosticado con esta condición: “Cuando el patrón se repite duranre 30 días, se le conoce como trastorno psicótico breve, mayor a 30 días es un trastorno esquizofreniforme y al alcanzar los seis meses, finalmente se diagnostica esquizofrenia”.

    La primera manifestación es con síntomas negativos (ausencia de) integración social, es decir, el paciente siente que no pueden integrarse socialmente. Esto supone que para el primer estudio pueda diferenciarse de trastornos como la depresión: “todos los familiares tienden a pensar que el paciente esta deprimido porque está aislado y encerrado, cuando en realidad es la primera manifestación de esquizofrenia”, aseguró.

    Inicio del tratamiento:

    • Una vez el paciente ya cuenta con un diagnóstico clínico, debe recibir diferentes opciones de tratamiento tanto él, como su familia un seguimiento continuo para monitorear los síntomas. El Dr. Antongiorgi resalta la importancia del papel de la familia en el tratamiento, no solo para que aprendan a manejar al paciente de la manera correcta, sino para que puedan aprender a drenar las emociones adecuadamente.

    • Adicional a esto, es imprescindible que el paciente inicie psicoterapia individual o grupal, y en algunos casos terapia social para que puedan volver a integrarse socialmente.

    • Y, por último, la adherencia a los medicamentos.

    “Si no hay una adherencia al tratamiento, no va a haber una adherencia ni al medicamento ni a las terapias“, añadió el experto, “si podemos promover que la persona se mantenga con su tratamiento, va a ayudar a que tenga un mejor curso de vida”.

    Actualmente, cerca del 2% de la población puertorriqueña padece de esquizofrenia, una cifra muy por debajo a la que se cree socialmente. El especialista hace un llamado a la población a evitar normalizar cualquier conducta relacionada a este o a cualquier otro trastorno que podamos reconocer en adolescentes o adultos jóvenes, pues ante la primera sospecha de un trastorno mental, debe consultarse de inmediato con un especialista.

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