El final de cada año suele ser un período de reflexión y evaluación personal, pero cuando esa revisión incluye pérdidas significativas, las emociones se vuelven más intensas.
En una conversación exclusiva con la revista Medicina y Salud Pública, la Dra. Lina Parada, psicóloga experta en salud mental, ofrece valiosos consejos sobre cómo lidiar con el luto y la ausencia de seres queridos durante las festividades.
En este sentido, la Dra. Lina Parada resalta cómo las personas pueden sentirse especialmente vulnerables si no han logrado cumplir con sus metas, o si han experimentado pérdidas de salud, familiares o económicas.
"Si hay una base emocional vulnerable, los síntomas de tristeza se exacerban debido a las altas expectativas que no se cumplieron." Señala la especialista.
Tradiciones para reducir la soledad en tiempos de distancia
Para aquellos que están lejos de su hogar o de sus seres queridos, la Dra. Parada ofrece una recomendación clave: mantener vivas las tradiciones. La conexión virtual con familiares y amigos puede ser una excelente herramienta para mitigar la distancia y fortalecer los lazos emocionales.
"Qué maravilla que exista internet. Generemos reuniones virtuales con los seres amados que están en la distancia y recreemos nuestras tradiciones," afirma Parada. "No importa dónde se encuentren, traigan un pedacito de su tierra y de sus tradiciones, así el corazón no se sentirá tan solo."
El luto, ya sea por la muerte de un ser querido, un divorcio o una separación, suele ser más profundo durante las festividades, una época que resalta las ausencias. En este contexto, la Dra. Parada enfatiza la importancia de la autocompasión y de no forzarse a sentir felicidad cuando el dolor es evidente.
"Debemos sentir compasión por nosotros mismos, y somos nosotros los que estamos atravesando esa dolorosa situación de ausencia," explica la psicóloga. "No se trata de forzarse a estar felices. Es importante darnos permiso para llorar, para sentir tristeza, y no fingir una alegría que no se siente."
La especialista también recomienda recrear en casa pequeños rituales que rindan homenaje a los seres queridos que ya no están, como colocar fotos o revivir los ritos que esos familiares solían realizar. "Eso ayuda a la mente a disminuir la sensación de ausencia por duelo," asegura.
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El impacto de las redes sociales, que suelen mostrar una versión idealizada de las festividades, es otro tema central en la conversación. La Dra. Parada advierte que la comparación constante con las vidas perfectas que se muestran en las plataformas digitales puede generar frustración y tristeza.
"Mucho de lo que se muestra en las redes son idealizaciones que no se corresponden con la realidad," comenta Parada. "Es fundamental bajar el volumen a esas comparaciones. Si no cumplimos con nuestras metas, debemos plantear objetivos realistas para el año que viene."
Además, la psicóloga destaca que el establecimiento de metas alcanzables es crucial para evitar la depresión estacional, que suele intensificarse en diciembre.
El final de año también suele estar marcado por los excesos en comida, alcohol y azúcar. La Dra. Parada alerta sobre los efectos negativos de estos comportamientos, tanto en la salud física como en el bienestar emocional. Según la experta, la falta de autorregulación puede generar remordimientos y contribuir a un ciclo de ansiedad o depresión.
"Necesito regalarme tiempo de satisfacción, de intimidad conmigo mismo. Leer un buen libro, aprender a tejer, consentirnos y dejar de ponernos en segundo plano puede ser un hermoso regalo para estas fechas." explica.
La Dra. Parada también enfatiza que, aunque es común disfrutar de un brindis durante las celebraciones, debemos ser conscientes de los efectos del alcohol sobre nuestro sistema nervioso. "Brindar todos los días durante la Navidad puede afectar la salud mental, sobre todo si ya hay un componente de tristeza o nostalgia," afirma.
Por último, la Dra. Parada ofrece un consejo sobre cómo abordar el próximo año con un enfoque más saludable y menos frustrante. Aconseja que, al plantear metas, se deben tomar en cuenta los recursos reales disponibles y el tiempo necesario para alcanzarlas, sin caer en la tentación de adoptar expectativas que provienen de otros.
"Cuando nos planteamos una meta, debemos saber cuáles son los insumos reales que tenemos para alcanzarla y cuáles son los tiempos adecuados para lograrlo," finaliza Parada. "La clave está en ser constantes y realistas, así transformamos los sueños en metas alcanzables."