Se descubrió que la proteína HDAC2 es clave en este proceso, ya que facilita la activación de FOXA1 por las señales de HER2/HER3; por tanto, bloquear HDAC2 podría ayudar a revertir la resistencia tumoral.

Un equipo del Centro de Investigación del Cáncer (CSIC-Universidad de Salamanca-FICUS) ha identificado el proceso molecular que permite a ciertos tumores de mama volverse resistentes a los tratamientos hormonales convencionales.
El estudio, publicado en Nucleic Acids Research, revela cómo algunas señales de crecimiento modifican el comportamiento del tumor, haciéndolo capaz de seguir creciendo incluso cuando se bloquea la acción hormonal.
La investigación demuestra que una proteína llamada FOXA1, que actúa como interruptor celular regulando el crecimiento tumoral, cambia radicalmente su comportamiento según lleve o no una "marca química" conocida como acetilación.
Cuando esta proteína pierde dicha marca, se vuelve más activa y establece una peligrosa alianza con dos receptores bien conocidos en oncología: HER2 y HER3. Esta colaboración molecular permite al tumor esquivar los tratamientos dirigidos contra el receptor de estrógenos, que son la base terapéutica para el cáncer de mama luminal, uno de los más prevalentes y complejos en oncología.
Mediante modelos celulares y animales, el equipo liderado por los doctores Antoni Hurtado y Sandra López comprobó que la activación de HER2/HER3 provoca la desacetilación de FOXA1, lo que le permite escapar al control hormonal y activar genes asociados a peor pronóstico.
El estudio identifica además el papel esencial de la proteína HDAC2, que actúa como facilitadora crítica para que las señales de HER2 y HER3 funcionen adecuadamente. Este hallazgo sugiere que bloquear HDAC2 podría convertirse en una nueva estrategia para frenar el avance tumoral.
Las implicaciones clínicas de esta investigación son significativas. Los investigadores proponen que combinar fármacos que bloqueen las señales de HER2/HER3 con terapias hormonales podría revertir la resistencia en tumores HER2-low, que presentan niveles intermedios de HER2 y requieren abordajes terapéuticos específicos.
Además, el uso de inhibidores selectivos de histona desacetilasas, como la romidepsina, ha demostrado en el laboratorio capacidad para restaurar el control hormonal del crecimiento celular, abriendo el camino hacia ensayos clínicos más personalizados.
Este descubrimiento, fruto de la colaboración entre instituciones españolas y noruegas, establece las bases para desarrollar enfoques terapéuticos innovadores.
La combinación de inhibidores de HDAC, como la romidepsina, con terapias hormonales convencionales podría representar una estrategia prometedora para superar la resistencia en pacientes con tumores HER2-low.
Los investigadores destacan que estos hallazgos podrían permitir en el futuro diseñar combinaciones de fármacos que bloqueen las señales de HER2/HER3 y mejoren la eficacia de los tratamientos actuales.