El lipoma gigante en la región posterior del cuello que creció de 5 cm a 20 cm en una década, limitó severamente su movilidad cervical y calidad de vida

Un hombre de 47 años consultó por una masa indolora en el cuello posterior que había permanecido sin tratamiento durante diez años. Inicialmente medía aproximadamente 5 cm × 5 cm × 3 cm, pero experimentó un crecimiento progresivo hasta alcanzar dimensiones de 20 cm × 19 cm × 10 cm.
Este incremento significativo en tamaño limitó gravemente el rango de movimiento sagital de la columna cervical, afectando negativamente tanto la apariencia estética como las actividades cotidianas del paciente. En los últimos diez días previos a la consulta, el paciente reportó hinchazón y molestias en el área afectada.
Al examen físico, se observó una elevación marcada en el cuello posterior con piel de tono rojo intenso, aunque la temperatura cutánea se mantenía normal.
La palpación reveló una masa de superficie lisa, claramente demarcada de los tejidos circundantes, de textura moderadamente suave y con movilidad característica. No se detectaron pulsaciones, dolor a la compresión ni adherencia a la piel suprayacente.
El estudio ultrasonográfico identificó una masa hiperecoica de aproximadamente 16,6 × 17 cm bajo la piel del cuello posterior, con forma uniforme, límites claros, ecogenicidad interna irregular y ausencia de flujo sanguíneo, hallazgos consistentes con lipoma.
La tomografía computarizada reveló una masa bien definida de 162 × 92 × 166 mm con una densidad cercana a -108 unidades Hounsfield, confirmando la naturaleza adiposa de la lesión.
Las imágenes por resonancia magnética del segmento cervicotorácico mostraron una masa con señales características: alta intensidad en T1 y T2, señal T2-fs disminuida y una sombra de señal linealmente distinta.
La lesión medía 16,6 × 17,6 × 10,7 cm y presentaba baja señal en las imágenes ponderadas por difusión. La columna cervical mantenía su arquitectura normal y curvatura fisiológica. Los hallazgos radiológicos fueron altamente sugestivos de un lipoma gigante.
Se programó una lumpectomía bajo anestesia general. Se realizó una incisión transversal en el aspecto posterior del cuello, exponiendo una gran masa encapsulada por una membrana externa intacta.
Utilizando disección cuidadosa con tijeras de tejido, se delineó la periferia del tumor, revelando estructuras lobuladas en las capas profundas con tejido conectivo fibroso denso de consistencia firme. La masa fue completamente separada de los tejidos adyacentes sin ruptura capsular.
El diseño quirúrgico consideró varios aspectos fundamentales: proporcionar exposición adecuada para la resección completa, mantener la viabilidad del colgajo cutáneo durante la disección, corregir la deformidad cervical para optimizar el resultado estético, y planificar el manejo de la gran cavidad postoperatoria.
Se diseñó y resecó un colgajo en forma de huso de piel redundante para mejorar el contorno cervical. Tras lograr hemostasia meticulosa, se cerró el sitio quirúrgico con suturas y se insertó un sistema de drenaje de presión negativa para facilitar la cicatrización óptima.

Imágenes clínicas intraoperatorias.( A-C) Diseño preoperatorio de la incisión transversal y recorte de la solapa de la lanzadera.( D-G) Vistas clínicas intraoperatorias de la masa intacta. (H) Rechazado flap de la lanzadera.
Macroscópicamente, la pieza quirúrgica presentaba apariencia marrón grisácea y medía 20 × 18 × 8 cm, con cápsula intacta y superficie de corte de color amarillo grisáceo. El examen microscópico reveló predominio de tejido adiposo maduro con adipocitos homogéneos sin variación significativa y una cápsula fibrosa delgada rodeando el tumor. Estos hallazgos confirmaron el diagnóstico definitivo de lipoma subcutáneo gigante de la región cervical.
La recuperación postoperatoria transcurrió sin complicaciones. La resonancia magnética de seguimiento confirmó la escisión completa de la masa sin evidencia de tejido residual. El resultado estético del cuello fue excepcionalmente satisfactorio, con restauración completa de la movilidad cervical.
El paciente fue dado de alta al sexto día tras deliberaciones en reunión multidisciplinaria. En la evaluación de seguimiento a los tres meses, el paciente había recuperado completamente su calidad de vida sin evidencia de recurrencia tumoral.

Hallazgos clínicos y de imágenes postoperatorios. (A) Hallazgos patológicos postoperatorios (B) Resonancia magnética del cuello postoperatorio que muestra la escisión completa de la masa subcutánea del cuello. (C-F) Imágenes clínicas postoperatorias del paciente.
Los lipomas gigantes cervicales posteriores son infrecuentes y requieren diferenciación cuidadosa con liposarcomas, que presentan alta recurrencia y necesitan márgenes más amplios.
De acuerdo con Aichao Du et al., la resonancia magnética es la modalidad diagnóstica más sensible para caracterizar masas grasas encapsuladas uniformes, aunque en casos ambiguos puede requerirse biopsia guiada por imagen.
El manejo quirúrgico exitoso depende de la resección completa con cápsula intacta para prevenir recurrencias, diseño meticuloso de incisiones y colgajos para optimizar resultados estéticos, y uso de drenaje de presión negativa para facilitar cicatrización en cavidades grandes.
Este caso demuestra que con evaluación diagnóstica apropiada y técnica quirúrgica cuidadosa, los lipomas gigantes cervicales pueden tratarse exitosamente mejorando significativamente la calidad de vida del paciente.