El descubrimiento de los tumores renales -por lo general- se realiza en etapas tempranas, en comparación con otros tipos de cáncer.
Agencia Latina de Noticias Medicina y Salud Pública
El descubrimiento de los tumores renales -por lo general- se realiza en etapas tempranas, en comparación con otros tipos de cáncer. Para garantizar en el afectado la sobrevivencia a esta malignidad, los médicos optan por el tratamiento más radical en estos casos: intervenir quirúrgicamente con nefrectomía parcial. Sin embargo, a pesar de ser la opción más eficaz en la actualidad, se sobreentiende que pacientes con un peor estado de salud no logran acceder a este método de tratamiento.
Al menos así sería hasta ahora, ya que una investigación dada a conocer en la revista 'Radiology' afirma que las técnicas de tratamiento personalizado, alargan la esperanza de vida de los pacientes con cáncer de riñón, detectado en estadíos tempranos pero con claros indicios de empeoramiento. Según señaló Stella K. Kang, autora principal de esta investigación y profesora asistente de Radiología y Salud de la Población en la Universidad de Nueva York, Langone Health (EE.UU.) al sitio web infosalus.com "Los pacientes pueden tener una enfermedad cardíaca significativa u otras comorbilidades, o una esperanza de vida limitada por alguna otra razón. (...). Puede haber riesgos claros con una operación en estos pacientes"
De acuerdo con la literatura médica, los tumores que se manifiestan en los riñones suelen ser neoplasias (benignas o malignas) cuyo crecimiento es menos acelerado, lo que permite que el monitoreo a través de tomografías computarizadas o rayos X para revisar cualquier cambio en la masa tumoral sea una opción efectiva para los pacientes que no pueden someterse a la cirugía para extirpar el tumor. Pero, hasta el momento es una opción subutilizada debido a la falta de consenso médico y del conocimiento de sus aplicaciones. "Necesitamos una mejor manera de sopesar los riesgos, para que se pueda considerar a más pacientes para el tratamiento no quirúrgico", mencionó la Dra. Kang.
Con el fin de evaluar si esta posibilidad de tratamiento, el equipo liderado por la Dra. Kang diseñó una simulación que revisara y analizara las variadas opciones de tratamiento que se aplican a pacientes con tumores pequeños de riñón. Este modelo de simulación se estableció de acuerdo a variables como la gravedad y los riesgos de mortalidad. Como se expone en el artículo original, luego de 1 millón de simulaciones se concluyó que la nefrectomía parcial es el método que genera mayor esperanza de vida en afectados de todas las edades y con funcionamiento normal de riñón. Pero, si se trataba de pacientes con enfermedad renal crónica, métodos como la vigilancia activa fueron los que prolongaron su esperanza de vida.
En algunos de los grupos de simulación, el tratamiento personalizado alargó la esperanza de vida en más de dos años, en comparación con el tratamiento quirúrgico habitual.
Otro de los descubrimientos de este estudio fue que el uso de resonancia magnética, también utilizado como método predictivo de carcinoma de células renales papilar, mejoraría los resultados del tratamiento si se usa como vehículo guía para que los pacientes accedan a tratamiento personalizado.
Para el equipo investigador, los resultados arrojados sobre las opciones de tratamiento personalizado son un factor que invita a los profesionales de la salud a replantear su toma de decisiones clínicas frente al manejo de la enfermedad.
Probablemente haya una mayor proporción de pacientes con tumores renales pequeños que merecen una discusión más completa de las opciones que la que se reconoce actualmente --afirmó la Dra. Kang.--. Aunque el modelo no prescribe un tratamiento específico, proporciona un conjunto de estimaciones para que los pacientes y proveedores puedan obtener más información sobre las opciones viables". La investigadora también afirmó que los datos aportados por su modelo demuestran que éste es un método viable para encontrar el tratamiento más adecuado para las personas con cáncer de riñón.
Si bien en la actualidad los modelos de simulación son útiles como herramienta para recopilar y analizar información, todavía hace falta una mayor incorporación a los estudios clínicos. "Los modelos informáticos de enfermedades pueden ser útiles para estudiar enfermedades e intervenciones potenciales y guiar estudios prospectivos, ayudándonos a comprender dónde se necesita más investigación", puntualizó la Dra. Kang.