Los cambios cognitivos relacionados al cáncer y su tratamiento son frecuentes y de gran preocupación para los pacientes. Actualmente, en los Estados Unidos hay aproximadamente 16.9 millones de sobrevivientes de cáncer, y según el especialista Blas se espera que esa población aumente a 22.1 millones debido al crecimiento y envejecimiento de la población.
Diana Castañeda
Agencia Latina de Noticias de Medicina y Salud Pública
Durante las últimas tres décadas se ha demostrado la evidencia sobre los cambios inmediatos que los tratamientos para el cáncer sistémico puedan tener en la función cognitiva. Ante esto, el doctor David Blas Boria, neuro oncólogo se refirió en un artículo escrito para la Revista Medicina y Salud Pública (MSP), en el que menciona que no hay un tratamiento estándar para el manejo o prevención de los cambios cognitivos que experimentan los pacientes debido a su condición o los efectos secundarios de la quimioterapia.
Los cambios cognitivos relacionados al cáncer y su tratamiento son frecuentes y de gran preocupación para los pacientes. Actualmente, en los Estados Unidos hay aproximadamente 16.9 millones de sobrevivientes de cáncer, y según el especialista Blas se espera que esa población aumente a 22.1 millones debido al crecimiento y envejecimiento de la población.
Sin embargo, pese a esta mejoría, los efectos tardíos de tratamientos, en particular aquellos relacionados a la quimioterapia, son de mucha preocupación para los pacientes, en particular los cambios cognitivos que pueden afectar la calidad de vida de los pacientes.
Los cambios cognitivos que pueden afectar a los pacientes se conocen como nebulosidad mental (chemofog) o quimiocerebro (chemobrain). Originalmente se conocía que existían cambios cognitivos asociados a los tumores del sistema nervioso central y sus tratamientos, pero no asociados a malignidades sistémicas debido a la premisa que las quimioterapias tradicionales no cruzan la barrera hematoencefalica, pero en los últimos 20 o 30 años ha aumentado la evidencia que sugiere que los tratamientos para el cáncer sistémico pudieran tener cambios inmediatos y a largo plazo en la función cognitiva.
El Dr. David Blas comenta en su artículo que, la disfunción cognitiva se puede ver en diferentes tipos de cáncer al momento del diagnóstico, el cual puede variar desde un 90% en pacientes con tumores primarios cerebrales, y entre un 17 a un 75% en pacientes con cáncer de seno.
Es importante mencionar que los cambios cognitivos relacionados con el cáncer han sido documentados en la ausencia de quimioterapia, lo cual nos lleva a pensar que estos cambios están también relacionados al cáncer como tal, cirugías, y otras terapias que no son quimioterapias (por ejemplo, terapias hormonales).
Además, con estilos de vida y comorbilidades médicas, como problemas con fatiga y sueño pueden ser factores de riesgo para un deterioro cognitivo tardío. Cabe destacar que, en algunos casos, los pacientes ya tienen una reserva cognitiva baja, lo cual los hace más susceptibles a un deterioro cognitivo postratamiento.
Actualmente no se conoce bien el mecanismo de cómo el cáncer o el tratamiento para el cáncer tienen un impacto en la función cognitiva. Por ende, se han propuesto diversas teorías, por ejemplo, que el tratamiento pudiera acelerar el envejecimiento de la cognición o que el tratamiento pudiera causar disrupción de las redes estructurales cerebrales que procesan e integran información a través del cerebro. Probablemente son muchos los mecanismos que contribuyen al deterioro cognitivo en los pacientes de cáncer, incluyendo inflamación, efectos neurotóxicos directos de los tratamientos, daño a las células progenitoras, o también estados psicológicos de base como la depresión o la ansiedad.
Otro factor de riesgo conocido para el deterioro cognitivo es la edad; se ha visto que individuos de avanzada edad tienen niveles más bajos de reservas cognitivas pretratamiento y otros pudieran ser portadores de variantes del gen apolipoproteína E (APOE) que los pone en riesgo de desarrollar una demencia futura.
La mayoría de los estudios clínicos de cambios cognitivos relacionados con el cáncer y sus tratamientos han sido realizados en mujeres con cáncer de seno que representan un 22% de los sobrevivientes de cáncer en Estados Unidos, pero también hay data en otros tipos de cáncer como cáncer testicular, linfoma, mieloma múltiple, cáncer colorectal, cáncer de ovarios y cáncer de próstata, entre otros.
“El deterioro cognitivo relacionado al cáncer y su tratamiento es una condición frecuente de gran preocupación para los pacientes de cáncer. Lamentablemente no se conoce su causa, probablemente multifactorial. Las pruebas diagnósticas no han sido estandarizadas y los tratamientos existentes carecen de una data robusta que los respalde. Se requieren estudios que incluyan una muestra grande y significativa para identificar factores de riesgo y posibles tratamientos para esta condición”, concluye el neuro oncólogo.