El Centro Comprensivo de Cáncer intenta avanzar y posicionarse en el caribe con un proyecto experimental para examinar y ver respuestas a tratamientos como el cáncer.
Se trata del Primer Organoide Puertorriqueño, un modelo celular tridimensional que desde el 2018 es conocido en los principales laboratorios y hospitales de investigación en el mundo.
Recientemente investigadores del grupo de Hans Clevers (Instituto Hubrecht) desarrollaron el primer modelo de organoide derivado de un paciente para el cáncer de cuello de útero.
También modelaron el cuello uterino humano sano mediante organoides.
En estrecha colaboración con el UMC de Utrecht, el Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica y el Instituto del Cáncer de los Países Bajos, los investigadores utilizaron la plataforma basada en organoides para estudiar las infecciones de transmisión sexual de un virus del herpes.
El modelo también puede utilizarse potencialmente para estudiar el virus del papiloma humano (VPH), que es una de las principales causas del cáncer de cuello de útero.
Los resultados se han publicado en Cell Stem Cell.
El cáncer de cuello de útero es una neoplasia ginecológica común, a menudo causada por el virus del papiloma humano (VPH).
Sin embargo, se carecía de buenos modelos para estudiar los tejidos cervicales humanos.
Razón suficiente para que el grupo de Hans Clevers desarrollara un modelo basado en organoides para el cuello uterino sano y las neoplasias asociadas, incluido el cáncer de cuello uterino.
El proyecto se llevó a cabo en estrecha colaboración con investigadores del UMC de Utrecht, el Centro Princesa Máxima de oncología pediátrica y el Instituto Holandés del Cáncer.
Los investigadores obtuvieron tejido cervical humano de pacientes sanas o de pacientes con diferentes tipos de cáncer de cuello de útero.
A partir de estos tejidos cultivaron organoides, diminutas estructuras tridimensionales de medio milímetro de tamaño que imitan fielmente el funcionamiento de los órganos.
Los organoides derivados del tejido sano se asemejan mucho a la arquitectura del tejido y a los perfiles de expresión génica del cuello uterino humano real.
Por tanto, los organoides son muy prometedores para estudiar lo que ocurre cuando un virus infecta el cuello uterino humano.
Kadi Lõhmussaar, primera autora del trabajo, explica: "Para nuestro estudio, utilizamos un virus del herpes -el virus del herpes simple-1 (VHS-1)- para demostrar el potencial del modelo para la investigación de las infecciones de transmisión sexual".
En perspectiva, el modelo también podría aplicarse para estudiar el virus del papiloma humano (VPH) y cómo ese virus causa cáncer.
"El cáncer de cuello de útero suele estar causado por la infección por el VPH, pero la investigación de este virus era complicada porque el virus es difícil de cultivar en el laboratorio. Nuestro nuevo modelo podría superar este obstáculo", afirma Lõhmussaar.
Los organoides cultivados a partir de tejido canceroso -también llamados tumouroides- se parecen mucho a los tumores reales.
Muestran perfiles de mutación y expresión génica típicos del cáncer y presentan anomalías morfológicas similares.
Los investigadores también descubrieron que los tumouroides responden de forma diferente a los quimioterapéuticos habituales, lo que abre el camino a la era de la medicina de precisión.
"Es de esperar que en el futuro podamos predecir qué quimioterapia funcionará mejor para determinados pacientes basándonos en los resultados obtenidos en los tumouroides".
Los organoides pueden obtenerse a partir del material de los pacientes.
El estudio demuestra que la pequeña porción de tejido obtenida mediante este procedimiento es suficiente para iniciar un cultivo de organoides.
Esto abre la posibilidad no sólo de observar las células fijadas bajo el microscopio, sino también de realizar análisis en profundidad de las células vivas que podrían estar en camino de convertirse en cancerosas.
Ya en el 2020 se había anunciado un organoide que reproduce el corazón embrionario.
En esa ocasión científicos de Suiza utilizaron organoides para reproducir las primeras etapas del desarrollo del corazón. Este modelo pionero, publicado en Cell Stem Cell, podría usarse en el futuro para detectar los factores que intervienen en las enfermedades cardíacas congénitas.
Pero ya en el 2018 un grupo pionero del Hospital Infantil Cincinnati (EE.UU.) utilizando células madre desarrollaron el primer sistema en miniatura de tres organoides conectado y funcional de hígado humano, páncreas y conductos biliares.
En lugar de cultivar mini órganos humanos de forma independiente en el laboratorio de forma separada, el equipo dirigido por Takanori Takebe, logró cultivar un conjunto conectado de tres órganos. Los hallazgos se publican hoy en la revista « Nature ».
De esta manera y con un modelo tridimensional Puerto Rico intenta avanzar en la búsqueda de nuevas alternativas que promuevan mejores terapias y tratamientos.