Datos se desprenden del estudio Atabey realizado por investigadores de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Ciencias Médicas
Un estudio poblacional con casos y controles de cáncer de mama entre mujeres del área metropolitana de San Juan analizó la exposición solar acumulativa (SEI) que se basa en un índice de reflectancia de piel expuesta o no expuesta al sol, concluyó que estas poblaciones tienen un menor riesgo de desarrollar la enfermedad.
Esto coloca sobre el relieve el que la exposición solar funja como un factor modificable en este tipo en el riesgo de desarrollar de manera directa o indirectamente el cáncer mamario.
Según los autores del estudio, en la literatura ya existe evidencia se expone que la exposición al sol está asociada con un riesgo reducido de cáncer de mama, pues se han realizado estudios previos en regiones geográficas con variaciones estacionales en la radiación UV, incluidos períodos de exposición baja o nula, y entre participantes, en su mayoría de ascendencia europea.
Igualmente, aseguran que Puerto Rico no tiene fluctuaciones estacionales significativas, con exposición continua a radiación ultravioleta muy alta.
La muestra poblacional del estudio incluyó 307 casos y 328 controles, a quienes se le administraron cuestionarios y se examinó de paso el índice SEI.
“Este hallazgo beneficioso debe colocarse en el contexto de otros efectos de la exposición al sol”, reza el estudio, del cual la Doctora María Cruz Nazario, epidemióloga del Recinto de Ciencias Médicas forma parte.
El cáncer de mama en Puerto Rico, según el Registro Central de Cáncer en Puerto Rico, la isla aporta un aproximado de 1.766 diagnósticos nuevos en el año.
Perfil genómico del cáncer de mama en Puerto Rico
Los laboratorios de la Ponce Health Science University (PHSU) y la Dra. Julie Dutil han realizado un análisis genómico del cáncer de mama y su ancestría en Puerto Rico. Estos estudios han demostrado que la isla tiene una disminuida protección contra la enfermedad, ya que la mayoría de personas tienen genoma europeo y africano, sólo un 11% tiene genoma traíno. La que prevalece es la ancestría africana, razón por la que la población está propensa a desarrollar cánceres triple negativo, aquellos que tienen un tratamiento difícil.
Dentro de esta investigación, se evidenció que en el genoma puertorriqueño prevalecen los genes BRCA1 y BRCA2, cuando estos genes presentan daños, las probabilidades de tener cáncer de mama son del 87% y un 44% de posibilidades de tener cáncer de ovario.
Cuando los genes BRCA1 tienen mutaciones, es muy probable que el cáncer que se desarrolle en el paciente sea mucho más agresivo, pues no reciben progesterona, estrógenos y Her2.
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