Nuestros hallazgos encajan con esa imagen emergente en la enfermedad metastásica, indicaron los especialistas.
"Agregar inmunoterapia al mismo tiempo que la quimiorradiación neoadyuvante es prometedor para mejorar los resultados de algunos pacientes con esta enfermedad y aumentar potencialmente las tasas de curación", sostiene el Dr. Harry Yoon de la Clínica Mayo en Rochester, Minnesota. "Pero estos hallazgos deben probarse y confirmarse en cohortes independientes".
Según la información en Clinical Cancer Research, el Dr. Yoon y sus colegas inscribieron a 31 pacientes (mediana de edad, 62; 97 %, hombres; 100 % blancos) con adenocarcinoma de la unión gastroesofágica (cT1-3NanyM0) en un ensayo de fase 1b/2.
Los participantes recibieron quimiorradiación neoadyuvante que contenía pembrolizumab (régimen CROSS) seguida de resección quirúrgica y pembrolizumab adyuvante.
"La mayoría de los datos indican que la PD-L1, aunque no es perfecta, es un predictor importante de la eficacia", afirma el Dr. Harry Yoon, y continúa diciendo "entonces, nuestros hallazgos encajan con esa imagen emergente en la enfermedad metastásica y, junto con otros estudios recientes, sugieren que PD-L1 podría ser relevante en la enfermedad no metastásica".
Los criterios de valoración primarios fueron la tolerabilidad en los primeros 16 pacientes y la respuesta patológica completa (pCR).
Los criterios de valoración secundarios incluyeron la supervivencia libre de progresión (PFS) y la supervivencia general (OS).
Veintinueve pacientes recibieron todas las dosis esperadas de pembrolizumab neoadyuvante y 28 se sometieron a resección R0. Se cumplieron los criterios de valoración de seguridad.
Sin embargo, no se cumplió el criterio principal de valoración de la eficacia; solo el 22,6% de los pacientes lograron PCR. Un análisis posterior mostró que los pacientes con una expresión inicial alta de PD-L1 (es decir, una puntuación positiva combinada de 10 o más) en el microambiente tumoral (TME) tenían una tasa de PCR significativamente más alta que aquellos con una expresión baja (50 % frente a 13,6 %).
Aquellos con una expresión alta de PD-L1 también experimentaron una SLP y una SG más prolongada que los pacientes emparejados por puntaje de propensión.
Entre los pacientes del ensayo con una puntuación positiva combinada de PD-L1 <10, un análisis no especificado exploró si las vesículas extracelulares (EV) podían identificar a más respondedores y determinó que un nivel plasmático elevado de EV que expresan PD-L1 se asoció significativamente con una pCR más alta.
Los autores concluyen que "agregar pembrolizumab a la terapia trimodal mostró una tolerabilidad aceptable, pero no cumplió con el criterio de valoración pCR pre especificado. Los análisis exploratorios sugirieron que la expresión alta de PD-L1 en el TME y/o en los EV puede identificar a los pacientes con mayor probabilidad de lograr una respuesta tumoral".
El Dr. Joseph Chao, especialista en cáncer gástrico y esofágico de City of Hope en Duarte, California, afirma que prometedor, "los resultados siguen generando hipótesis, ya que se trataba de un ensayo no aleatorizado de fase 2, y la asociación de los resultados clínicos en relación con el estado de PD-L1 del tumor de los pacientes fue exploratoria. El criterio principal de valoración de mejorar la pCR en pacientes no seleccionados de PD-L1 no se cumplió".
Dr. Yoon, por su parte, señaló: "Este enfoque aún no debe aplicarse en la práctica clínica habitual, pero respalda los estudios aleatorios futuros y en curso que incorporan la adición de pembrolizumab junto con la quimiorradioterapia. La evaluación del estado de PD-L1 en las vesículas extracelulares circulantes es también es un biomarcador prometedor que debe estudiarse en futuros ensayos más amplios".