Demostraron que la hormona liberadora de gonadotropina administrada durante la quimioterapia adyuvante.
Investigadores revelaron que en un esfuerzo por preservar la fertilidad en mujeres con cáncer de mama sin comprometer los beneficios de la quimioterapia en el control del cáncer y reducir el riesgo de recurrencia de la enfermedad, han empleado muchas estrategias, incluido el uso de análogos de la hormona liberadora de gonadotropina, para hacer que los ovarios estén inactivos durante la quimioterapia adyuvante.
Sobre esto, el Dr. Zong reportó los efectos de los análogos de la hormona liberadora de gonadotropina sobre la función ovárica frente a los efectos gonadotóxicos inducidos por la quimioterapia en mujeres premenopáusicas con cáncer de mama en China.
El estudio fue un ensayo clínico aleatorizado para determinar si la administración de hormona liberadora de gonadotropina durante la quimioterapia en mujeres premenopáusicas con cáncer de mama puede reducir el deterioro ovárico; se realizó en Shanghái, China.
Los investigadores informaron que fue un ensayo abierto en el que participaron mujeres premenopáusicas de 18 a 49 años con estadios I a III operables, cáncer de mama para el que se planificó el tratamiento con quimioterapia adyuvante o neoadyuvante que contenía ciclofosfamida en dos grupos paralelos: tratamiento con quimioterapia con o sin hormona liberadora de gonadotropina. Se inscribió un total de 405 pacientes en el estudio, pero se incluyeron 330 en el análisis primario.
Las pacientes elegibles fueron asignadas al azar (1:1) para recibir quimioterapia con (n = 165) o sin (n = 165) hormona liberadora de gonadotropina. En las aleatorizadas para recibir hormona liberadora de gonadotropina se inyectaron 3,6 mg de goserelina o 3,75 mg de leuprorelina por vía subcutánea una vez cada 28 días desde una a dos semanas antes del primer ciclo de quimioterapia hasta cuatro semanas después del último ciclo.
El objetivo primario fue la tasa de insuficiencia ovárica prematura a los 12 meses después de la quimioterapia. En este estudio, la insuficiencia ovárica prematura se definió como niveles de hormona antimülleriana inferiores a 0,5 ng/ml. Los criterios de valoración secundarios fueron sobrevida global y sobrevida libre de tumor.
A los 12 meses de finalizar la quimioterapia, la tasa de insuficiencia ovárica prematura fue de 10,3% (15 de 146) en el grupo de hormona liberadora de gonadotropina y de 44,5% (69 de 155) en el grupo de control (odds ratio [OR]: 0,23; IC 95%: 0,14 a 0,39; p < 0,001). La reanudación de la hormona antimülleriana en el grupo de hormona liberadora de gonadotropina fue significativamente mejor que en el grupo de control (15 de 25 frente a 6 de 44; OR: 4,40; IC 95%: 1,96 a 9,89; p < 0,001).
Después de una mediana de seguimiento de 49 meses (rango: 25 a 60 meses), las diferencias en la sobrevida global y la sobrevida libre de tumor a cuatro años entre los dos grupos no fueron significativas. Un análisis post hoc mostró que en pacientes menores de 35 años la sobrevida libre de tumor fue mayor en el grupo hormona liberadora de gonadotropina que en el grupo control (93% frente a 62%; p = 0,004; hazard ratio [HR]: 0,15; IC 95%: 0,03 a 0,82; p = 0,03).
Este ensayo clínico aleatorizado encontró que la administración de hormona liberadora de gonadotropina en el tratamiento con quimioterapia para pacientes premenopáusicas con cáncer de mama reduce el riesgo de insuficiencia ovárica prematura, lo que promueve la recuperación de la función ovárica. Dos estudios anteriores, POEMS y PROMIS-GIM6, demostraron que la hormona liberadora de gonadotropina administrada durante la quimioterapia adyuvante tuvo un efecto protector sobre la función ovárica y redujo el riesgo de menopausia temprana inducida por la quimioterapia.
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