Pronto podrían comenzar estudios clínicos para probar su efectividad en pacientes y se ha identificado una molécula adicional con potencial contra la enfermedad.
Continúa avanzando el trabajo científico con una molécula identificada como posible agente farmacológico contra el cáncer de seno en Puerto Rico, ya que pronto podrían comenzar los primeros estudios clínicos en pacientes para probar su efectividad contra la metástasis del tumor, reveló a la Revista de Medicina y Salud Pública (MSP), el doctor Eliud Hernández O’Farril, catedrático asociado de la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas (RCM).
Se trata del compuesto EHop-016, patentizado el 14 de noviembre del 2014, gracias a los esfuerzos de investigadores en laboratorios puertorriqueños, donde también participaron científicos como los doctores Cornelis Vlaar, de Holanda, y Suranganie Dharmawardhane, especialista en biología celular y natural de Sri Lanka.
La promesa que resguarda el compuesto estriba en que prontamente pueda convertirse en una nueva terapia farmacológica para miles de mujeres con cáncer de seno en Puerto Rico y a nivel mundial.
El proyecto científico nació cuando el compuesto Ehop-016 en modelos de ratones redujo hasta en un 90% el tamaño de tumores tanto del seno como en otros órganos, como por ejemplo, los pulmones.
Hoy día, los investigadores del RCM se encuentran evaluando la toxicidad del compuesto y, recientemente, se unieron al equipo de investigación los doctores Jorge Duconge y José Rodríguez Orengo, quienes asisten en estudios de farmacocinética en modelos de animales.
Además, el doctor Pablo Vivas trabaja en estudios sobre formulación del posible medicamento, para mejorar la efectividad del compuesto ya sea via oral o infusión. Por su parte, la doctora Linnette Castillo, colabora en experientos con ratones inmunocompetentes.
“Lo más trascendental en este trabajo ha sido el diseño, preparación y descubrimiento de un compuesto que selectivamente detenga o interfiera con un proceso bioquímico a nivel celular, que a su vez está implicado en controlar el proceso invasivo de células altamente metastáticas de cancer de seno y su angiogénesis (formación de vasos sanguíneos a los ya existentes)”, indicó el doctor Hernández O’Farril.
“La investigación actualmente la estamos conduciendo a poder integrar el compuesto EHop-016 a estudios clínicos con pacientes, y, si luego de esto estudios todos sale bien, poder llevar el compuesto como un fármaco aprobado por la FDA al mercado para el tratamiento de metástasis de cáncer del seno”, declaró el doctor Hernández O’Farril, quien también se destaca como químico.
Cabe señalar que es la primera vez en un siglo de historia que se aprueba una patente de la Escuela de Farmacia del RCM, gracias a un estudio desarrollado en Puerto Rico.
De otra parte, el equipo científico anunció que actualmente se encuentra investigando propiedades biológicas y potencial aplicación de un nuevo compuesto que podría tener aplicaciones en cáncer de seno metastásico y que fue sintetizado recientemente.
“El equipo de trabajo se encuentra investigando las propiedades, características biológicas y el potencial de aplicación de un nuevo compuesto sintetizado recientemente que promete tener aplicaciones en metástasis de cancer de seno. Entiendo que el futuro de la investigación es prometedor debido a todos los resultados y efectividad de nuestro compuesto como tratamiento”, sostuvo.
“A nivel clínico, este tratamiento debe contribuir al mejoramiento de terapias que impidan que el cáncer se propague a otros tejidos y mejorar la supervivencia de los pacientes. Actualmente no existe un tratamiento efectivo que selectivamente impida la metástasis de cancer de seno”, confesó.
Finalmente, cabe destacar que la investigación científica del cáncer de seno en Puerto Rico continúa despuntando gracias a los científicos de la Ponce Health Science University han logrado identificar el perfil genético de este tumor, a través de la investigación genómica que se realiza en los laboratorios de la doctora canadiense Julie Dutil.
La doctora Dutil ha identificado que aquellas mujeres con ancestría africana en la isla están más propensas a desarrollar la enfermedad que aquellas con mayor genoma taíno.