Entre los participantes del estudio, se reveló que el 73 % alcanzó la resolución del diagnóstico en un plazo de 3 meses para los que tuvieron un resultado positivo en la prueba de sangre.
Los análisis de sangre en desarrollo, establecen que se pueden detectar la presencia de más de 50 tipos de cáncer, así como definir el lugar del cuerpo en el que se encuentra alojado. Esto gracias a pequeñas secuencias de ADN tumoral circundante que cuentan con unos patrones de metilación diferentes a los no tumorales que se encuentran en la misma cadena.
Para el director de investigación en el Gustave Roussy Cancer Centre de Villejuif (Francia) y recién elegido futuro presidente de la ESMO: "Las sociedades profesionales como ESMO tienen el deber de concienciar sobre el hecho de que en el próximos cinco años necesitaremos más médicos, cirujanos y personal de enfermería, así como más infraestructuras para el diagnóstico y tratamiento, para atender al creciente número de personas que serán identificadas mediante pruebas de detección precoz de diversos tipos de cáncer", explicó.
Eficiencia en la lucha contra el cáncer
Este tipo de análisis brinda una mayor eficiencia en la lucha contra el cáncer, teniendo resultados óptimos basados en tiempos de estimación. De hecho, en el congreso se presentó el estudio Pathfinder, una prueba que detectó una señal de cáncer en el 1,4 por ciento (mayores de 50 años), de 6.621 personas que no se sabía si tenían cáncer, y se evidenció en el 38 por ciento de los que dieron positivo en la prueba.
Así se pudo agilizar los resultados y hacer énfasis en los estudios a esas personas, reduciendo los tiempos de estudio a 79 días. Entre los participantes que tuvieron un resultado positivo en la prueba, en el 73 por ciento se alcanzó la resolución del diagnóstico en un plazo de 3 meses.
"Los resultados son un primer paso importante para las pruebas de detección precoz del cáncer porque han demostrado una buena tasa de detección en personas que tenían cáncer y una tasa de especificidad excelente en aquellos que no tenían. En las personas con un resultado positivo en la prueba, se tardó menos de dos meses en confirmar el diagnóstico si tenían cáncer y un poco más si no lo tenían, principalmente porque los médicos optaron por realizar estudios de imagen y repetirlos posteriormente una segunda vez varios meses más tarde para investigar la posibilidad de un diagnóstico de cáncer", explica la doctora Deb Schrag, autora principal del estudio.
Un gran futuro para los pacientes
El fruto de este tipo de investigaciones, hace hincapié en la precocidad para la detección del cáncer y aunque falta mucho, se vienen adelantando estudios que permitan que los pacientes no sean sometidos a tratamientos tan fuertes y puedan mejorar su calidad de vida, sin necesidad de someterse a procedimientos invasivos como las endoscopias y biopsias.
"Este hecho debería ayudar a disipar las preocupaciones respecto a que estas pruebas podrían causar daño dando lugar a procedimientos innecesarios en personas que están bien", afirma la doctora Schrag.
De momento están en fase de estudio y validación las pruebas para cánceres como el pancreático, el de intestino delgado y el de estómago, donde actualmente no existen otras opciones de cribado.
Actualmente, hay estudios adicionales en curso, como el ensayo clínico en el que participan 140.000 personas asintomáticas en el Reino Unido, con miras en investigar la eficacia clínica de las pruebas en los resultados del cáncer.
Fuente: jano.es